El mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, pidió a las principales agencias de inteligencia del país una lista de objetivos para ciberataques, según reveló hoy el diario The Guardian, algo que podría complicar la reunión con el presidente chino, Xi Jinping.
La directiva presidencial a la que tuvo acceso el periódico británico, que entró en vigor el pasado octubre pero nunca hecha pública, ordena «identificar potenciales objetivos de importancia nacional» en los respectivos países ante la eventualidad de ataques cibernéticos en el exterior.
El director de la CIA, John Brennan, el director Nacional de Inteligencia, James Clapper, y el asesor de seguridad de la Casa Blanca, Tom Donilon, son los responsables de elaborar esa lista de «potenciales sistemas, procesos e infraestructuras contra los que Estados Unidos» podría desplegar un ataque cibernético.
La revelación se da el mismo día en que Obama se reúne con el presidente chino, Xi Jinping, en California, donde el mandatario estadounidense pretendía transmitir sus preocupaciones por las agresiones de piratas informáticos chinos contra intereses estadounidenses.
Washington ha criticado y denunciado públicamente los ataques chinos, algunos de ellos vinculados a las Fuerzas Armadas chinas, mientras que Pekín alega que Washington también recurre a esas prácticas.
La llamada directiva presidencial número 20 (PPD20) detalla que las operaciones de ciberataques ofensivos ofrecen «capacidades únicas y no convencionales a favor de los objetivos estadounidenses en todo el mundo» sin casi levantar sospechas de los «adversarios» y con potenciales efectos «severos».
La PPD20 es una directiva pensada para «poner en marcha las herramientas y el marco de acción que permita al gobierno tomar decisiones» en lo referente a ciberataques, según explicó un funcionario de Estados Unidos al diario británico.
La directiva enfatiza que las acciones deberán realizarse de acuerdo con las leyes estadounidenses e internacionales y solo como complemento de las vías diplomática y militar, aunque contempla no solo casos de contraataque o defensa, sino también ofensivos.
Además, el documento de 18 páginas indica que aquellas operaciones que puedan tener «consecuencias significativas» requerirán la aprobación presidencial, al tiempo que contempla la posibilidad de operaciones en territorio estadounidenses en caso de emergencia.
Las agencias de inteligencia estarían directamente implicadas en el análisis de las posibles consecuencias de los ataques cibernéticos, especialmente en el aspecto político o por la posibilidad de represalias, que podrían tener consecuencias económicas, en política exterior o incluso pérdida de vidas.
Obama da autoridad para un ataque cibernético contra otros países si «los intereses o activos» estadounidenses están amenazados y permite tomar «acciones anticipadas ante amenazas inminentes».
EFE