El estudio ‘World Payment Report’, realizado por Capgemini y The Royal Bank of Scotland, analiza las nuevas formas de pago que no incluyen efectivo en las transacciones; éstas pueden generarse con movimientos en línea utilizando métodos menos tradicionales en la compra de bienes y servicios, sin utilizar dinero en su forma tradicional.
Según el reporte y las estimaciones de Capgemini, las trasacciones sin efectivo (non-cash payments) seguirán a la alza durante este año, pese que para finales de 2011 y 2012 hubo una recesión que determinó el bajo crecimiento de esta actividad. Se prevé que la personas sigan utilizando métodos de pago electrónicos, en línea o a través de dispositivos móviles como los smartphones, los cuales han detonado el crecimiento en los ultimos 10 meses.
Durante el 2012, las transacciones basadas en el no uso de efectivo crecieron 8.5% frente al año anterior, aunque se vieron frenadas por la situación económica mundial. Aun así, alcanzaron 333 mil millones de transacciones hacia el año concluido.
Sin embargo, el análisis también arroja áreas de oportunidad para desarrollar legislaturas acordes en los diferentes países que desean adoptar métodos de pago (non-cash) para las empresas y sociedades en las que incluye. Para la Unión Europea, estas regulaciones deberán estar listas para el próximo febrero de 2014, sin embargo es probable que para estas fechas no esté completa una regulación que pueda asegurar la estandarización de las transacciones que no conllevan dinero en efectivo por diversas situaciones.
Por su parte, el uso de las tarjetas de crédito y débito han crecido favorablemente con volúmenes sorprendentes, pese al clima pesimista de la economía, con aumentos que han llegado a 15.8% para un total de 124 millones de transacciones, y las tarjetas de crédito acentuaron su uso en 12.3%, llegando a un total de 57 mil millones. Estos dos instrumentos de pago siguen siendo los modos más populares a nivel mundial del no uso de efectivo, pero los pagos electrónicos que no utilizan tarjetas bancarias siguen respaldados por el crecimiento y adopción de los teléfonos celulares inteligentes, permeando esta actividad en muchos sentidos basados en la confianza que genera el uso de los dispositivos.
Se espera que para 2014, los pagos móviles (m-paymets) utilizando dispositivos lleguen a un crecimiento estimado de 58.5% anual y represente 28.9 millones de transacciones llegado este año.
En este contexto, los bancos serían quienes mayor beneficio obtendrán de modificar sus sistemas, estrategias e infraestructura para soportar este crecimiento, aunque las reglamentaciones de pagos móviles aún no están dictadas por lo industria, lo que arroja un ambiente propicio para que entidades no bancarias o que no tienen una base como banco, se sumen a la tendencia y aprovechen el cambio de mercado que pudiera aprovechar nuevos crecimientos de 18.1% anual en este 2013, alcanzando 34.8 billones de transacciones. Sin duda, un mercado que no se puede desestimar por quienes ofrecen servicios móviles de conectividad y tiendas que se sumarían al comercio online móvil antes de 2014.