Para abordar y mejorar la seguridad como parte de una iniciativa de Ciudad Inteligente, muchos dispositivos -como cámaras, sensores, accesorios personales, etc.-, necesitan ser instalados y utilizados. Todos ellos requieren conectividad en el borde de la infraestructura de red. Por supuesto, los proveedores de tecnologías inalámbricas desempeñarán un papel clave, pero muchos requerirán conectividad a la infraestructura de la ciudad. Incluso, los dispositivos conectados al proveedor probablemente tendrán que conectarse de forma segura a una infraestructura analítica común.
Todos estos dispositivos periféricos forman parte del llamado Internet de las cosas (IOT) o Internet de Todo (OIE). El verdadero desafío es cómo conectar de forma segura todos estos dispositivos periféricos a la red de la ciudad y conectar de manera segura aquellos que funcionan a través de un proveedor o infraestructura de terceros.
Esto significa que será necesaria más agilidad para añadir decenas de miles de dispositivos a una red que en el pasado requería múltiples redes físicas para escalar, sin comprometer la seguridad. Todo, incluyendo IOT, seguridad, escalabilidad y confiabilidad deben evaluarse seriamente. ¿Cuál es el punto de la implementación de IOT si no pueden escalar, si no es segura ni confiable?
En definitiva, todo converge en la necesidad de una arquitectura de próxima generación para atender las necesidades de las Ciudades Inteligentes. No se puede permanecer con una arquitectura de cliente/servidor de 20 o 25 años de antigüedad, ya que esta arquitectura podría permitir que los hackers ganen visibilidad al instante de toda la red.
Ante esto, se requieren soluciones que provean una arquitectura de matriz de próxima generación basada en el transporte de Ethernet optimizado para servicios IP, independientemente de su metodología de conectividad. Este enfoque deja literalmente toda la red invisible a los hackers.
Una tecnología de estas características es capaz de soportar hasta 15,000 cámaras funcionando sobre una única infraestructura convergente con un protocolo, experimentando 500ms o mejores tiempos de recuperación. Este es el tipo de cambio de infraestructura que requieren las Ciudades Inteligentes para salvar vidas, mejorar la experiencia de sus residentes y permitir nuevos servicios de los cuales la comunidad se beneficie.
La seguridad también es prioritaria
La ciberseguridad para los gobiernos ahora y en el futuro previsible es prioridad. De hecho, muchos encargados de TI están reconsiderando el apoyo empresarial de BYOD y de SDN, en donde la arquitectura de código abierto está siendo promovida y se espera que ayude a impulsar la agilidad de los negocios. Desde un punto de vista de seguridad más fundamental, los gobiernos y las empresas se encuentran muy preocupados de que alguien pueda penetrar sus redes corporativas y sus bienes, exponiendo su propiedad intelectual y, por supuesto, información de ciudadanos y clientes.
Por lo tanto, buscar soluciones que reduzcan la capacidad de los hackers para obtener acceso y visibilidad de su infraestructura de IP y topología es prioridad para los tomadores de decisión de los sectores público y privado.
Existen soluciones que pueden ayudar a resolver esta situación, sin embargo, necesitan un cambio de mentalidad y una transición de arquitectura legada. Los clientes necesitan abrir sus mentes urgentemente y evaluar rápidamente la oferta existente. La clave para una solución viable es acoger un ecosistema tecnológico que permita atender a estas necesidades.
Desde un punto de vista técnico, las ciudades tienen que pasar a un modelo de arquitectura diferente para soportar servicios ‘Smart-X’. Hasta ahora se ha aprovechado adecuadamente el modelo tradicional, pero en los últimos 25 años ha aumentado su complejidad y ha hecho de la confiabilidad un reto enorme, debido a protocolos complejos necesarios para atender todas las necesidades de los negocios.
Ningún proveedor puede hacerlo por cuenta propia, lo que refuerza la necesidad de una arquitectura abierta de regímenes de propiedad. La buena noticia es que existen soluciones; la mala noticia es que si las empresas privadas y públicas siguen buscando entre los mismos proveedores que construyeron sus redes hace 20 años proclamando que pueden hacerlo todo, su enfoque fallará.
Por tanto, se recomienda considerar una arquitectura abierta y aún controlada con responsabilidad de los expertos de tecnología, lo que proporcionará piezas al rompecabezas, lo que es claramente complejo y desafiante.
Las Ciudades Inteligentes van más allá de habilitar los servicios de WiFi. Hay una nueva tendencia tomando forma, mientras que el WiFi es sin duda uno de los servicios, parte de la mayoría de las iniciativas de Ciudades Inteligentes están agregando videovigilancia y análisis a gran escala, lo que es bastante difícil cuando se utiliza una infraestructura obsoleta.
A medida que los gobiernos se provean de todas estas nuevas capacidades y servicios para las Ciudades Inteligentes, tendrán que revisar su infraestructura para poder escalar y satisfacer las necesidades de análisis en tiempo real.
También tendrían que considerar la adición de tecnología de sensores para atender necesidades diversas que contribuyan a hacer más segura la ciudad. Por ejemplo, si la ciudad utiliza el gas natural, probablemente quieran implementar sensores para detectar el flujo de fugas de gas potenciales en toda la ciudad, de modo que les permita reaccionar rápidamente ante un problema potencial. Los gobiernos podrían aprovechar la analítica de videovigilancia para dar seguimiento de una forma inteligente a vehículos de respuesta a emergencias y controlar las luces reduciendo el tiempo al destino y el potencial de accidentes.
Otras de las preocupaciones en muchas ciudades alrededor del mundo son las luces de la calle, debido a que representan una fuente de energía desperdiciada. Pero éstas pueden ser controladas remotamente durante toda la noche, dependiendo de la intensidad del tráfico, aprovechando el análisis en tiempo real. Esto puede lograrse fácilmente reduciendo el consumo de energía eléctrica sin comprometer la seguridad de los residentes o visitantes.
El concepto de Ciudades Inteligentes se trata de habilitar nuevos servicios para brindar mejor calidad de vida a la población. Se trata de brindar mayor seguridad a las ciudades, de ofrecer nuevos servicios permitiendo a los consumidores generar y manejar nuevos ingresos o en algunos casos proporcionar una mejor experiencia a los visitantes y turistas.
Si los residentes se sienten seguros, obtienen los mejores servicios y sienten que su ciudad está a la vanguardia, serán más felices y comprometidos con el bienestar de su ciudad.
La gente tiene muchas opciones para elegir su lugar de residencia, sin embargo actualmente, muchas personas se preguntan si realmente quieren vivir en una ciudad no comprometida con el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Por Jean Turgeon, Vicepresidente y Jefe de Tecnología de Arquitectura de Software Definido (SDA) en Avaya