Un grupo de emprendedores suizos ha encontrado un nicho de mercado que comienza a ver el móvil más como un problema que como una fuente de soluciones.
El MP01 es el primer móvil de Punkt, empresa fundada por Petter Neby, que regresa al móvil a su origen, es decir facilitar la comunicación entre personas desde cualquier lugar, pero nada más.
Se trata de un teléfono que carece de pantalla táctil y de teclado, no se pueden instalar aplicaciones, y está concebido como un segundo móvil al cual recurrir cuando termina la jornada de trabajo, o bien cuando se encuentra de vacaciones.
La idea es que el usuario apague su smartphone y se aisle con la simpleza extrema de este dispositivo.
También el MP01 resucita los botones numéricos físicos. Pero ante tantas limitaciones, este móvil tiene una gran ventaja: se carga de vez en cuando, o más o menos 2 veces al mes.
El dispositivo mide 116 x 53 mm, tiene un grosor de 14.5 mm y pesa 88 gramos.
Este móvil tan básico cuesta 329 francos suizos (unos 337 dólares), lo cual parece ser mucho ante tantas limitaciones. La empresa justifica este precio porque se trata de un móvil básico, lleva la firma del reputado diseñador británico Jasper Morrison y además emplea materiales que le confieren una gran durabilidad.
El precio también se explica porque el móvil es un segundo dispositivo para un consumidor elitista que está dispuesto a pagar más por un codiciado aislamiento.
Con información de El País