Es cierto que los móviles permiten tomar buenas fotos, pero puede que estés buscando imágenes de más calidad. Si es así, éste puede ser un buen momento para comprar una cámara fotográfica.
Eso sí, no olvides que es una decisión importante, porque existen muchos modelos y debes ser capaz de elegir el que más se adapte a tu perfil y a tus necesidades. De hecho, lo primero que deberías hacer es elegir qué tipo de cámara necesita, una compacta, una semiprofesional o una profesional o réflex.
Las compactas se caracterizan porque son cámaras pequeñas y ligeras. De hecho, pueden llevarse fácilmente en el bolso, la mochila o incluso el bolsillo. Además, prácticamente nos garantizan buenas fotos, ya que sus modos son intuitivos y fáciles de manejar. Las cámaras compactas son el modelo ideal para quienes buscan tener un gadget que quepa en su bolsillo pero que también permita obtener grandes imágenes. Para viajar, por ejemplo, son muy útiles.
Si optas por una semiprofesional, darás un paso más en el manejo de las cámaras, ya que estos modelos se caracterizan por tener un rango de zoom de entre 10 y 30x y ajustes manuales. Es decir, es el usuario el que puede determinar los parámetros de ISO, el tiempo de exposición y la velocidad de obturación. También suelen contar con flash desplegable. Eso sí, estas cámaras son de mayor tamaño que las compactas. Se recomiendan a aquellos fotógrafos que quieren acercarse más a los profesionales.
¿Y qué cámaras utilizan los fotógrafos más experimentados? La respuesta la encontramos en las cámaras profesionales o réflex. Utilizan el llamado sistema del espejo. Es decir, la imagen en el visor es producida por el propio objetivo gracias a un sistema interno de espejos. Entre sus ventajas, cuentan con una zapata para flash extra, lentes intercambiables, controles manuales y un sensor de gran formato. Además, muchas ofrecen la posibilidad de toma de imágenes en formato RAW. Son el mejor modelo para quienes ven la fotografía como algo más que una afición. Son las que más prestaciones ofrecen y por eso también su precio es mayor.
Los fabricantes saben que existen muchos tipos de fotógrafos y por eso diseñan variedad de modelos para intentar acercarse a todos los públicos. Es lo que comprobamos con la gama de cámaras de Sony. Ofrece modelos compactos y de lente fija, otros con lentes intercambiables y calidad de una réflex pero más pequeños y ligeros y otros con variedad de lentes y tamaños para acceder al mundo de la fotografía profesional.
La tecnología nunca para de evolucionar y eso queda patente en el sector de la fotografía. La llegada de la cámara digital a comienzos del siglo XXI supuso una revolución y un momento álgido para el sector, pero con los smartphones la industria se ha visto obligada a innovar para poder competir. Cada vez hay más modelos y de mejor calidad, para el usuario principiante o para el más experto. Todos podemos hacer buenas fotos y la industria sabe con qué modelos podemos conseguirlo.