En 2016 los consumidores de todo el mundo pagarán 23.2 mil millones de dólares en transacciones de pago con tarjeta, contra 22.6 mil millones de dólares en efectivo.
La sustitución del dinero en efectivo por tarjetas y pagos electrónicos se ha dado de manera progresiva en los últimos 20 años, sustentó Kendrick Sands, analista de crédito de Euromonitor.
La evolución tecnológica ha facilitado enormemente a las personas en todo el mundo el acceso a los servicios financieros, además de que los gobiernos de los países han incentivado a los ciudadanos para hacer pagos con tarjeta y móviles en vez de efectivo, con el fin de reducir las actividades de la economía informal y transacciones ilegales, e incluso para fines fiscales.
Las tarjetas de débito han sido un factor determinante en este fenómeno, así como los pagos móviles, que particularmente en China han crecido rápidamente.
Un tema importante es que en algunos países los ciudadanos tienen cierta preocupación sobre los bancos y los gobiernos respecto a la acceso a la información que puedan obtener respecto a lo que los ciudadanos gastan, independientemente de que estén o no involucrados en actividades ilegales.
De cualquier manera el uso del efectivo seguirá siendo muy importante, particularmente para las personas que no tienen acceso a Internet o aquellos que no se sienten cómodos utilizando un sistema digital, así como para para realizar pequeñas transacciones que siempre demandarán dinero en efectivo.
Con información de MarketWatch