Dos mujeres que utilizaron los servicios de Uber en Estados Unidos encabezan una demanda colectiva por agresiones sexuales por parte de sus conductores.
Las pasajeras, que mantienen el anonimato, demandaron a Uber en el distrito norte de California en nombre de las mujeres que han sido objeto de ‘violación, agresión sexual, violencia física o acoso motivado por género’ por parte de los conductores de la compañía en los últimos cuatro años.
Una de las denunciantes habría sido agredida sexualmente tras quedarse dormida en el asiento trasero del auto, en Los Ángeles, y la otra fue violada en su apartamento por su conductor, tras lo cual él fue detenido y ella recibió un reembolso del trayecto, valorado en menos de 10 dólares.
‘A tenor de la magnitud del número de pasajeras que han vivido acoso sexual y violencia de género, Uber debería haber hecho cambios drásticos en la manera en que revisa y controla a los conductores, así como avances en medidas de seguridad en su app y en los vehículos’, indica la demanda.
Además de buscar una compensación por las supuestas agresiones sexuales de las que fueron víctimas, las denunciantes piden al juez que ordene a Uber implementar una verificación de antecedentes más estricta hacia sus conductores.
Las mujeres alegan que Uber ha permitido que personas peligrosas ‘logren acceso a víctimas vulnerables’, y critican que no se ha hecho ‘nada significativo’ para que los trayectos sean ‘seguros para los pasajeros, especialmente las mujeres’.
En los últimos meses, la compañía se ha visto envuelta en una serie de polémicas relacionadas con su cultura sexista y discriminatoria en el entorno de trabajo, que fue objeto de investigación y resultó en la renuncia de su cofundador y exdirector, Travis Kalanick.
EFE