En Estados Unidos, los bancos están atentos a las ambiciones de Amazon y otros gigantes tecnológicos por irrumpir en el mundo de la banca y finanzas.
Tanto así que Randal Quarles, vicepresidente de la Fed, el organismo de control bancario más influyente de ese país, está monitoreando el potencial de irrupción de la industria y ha expresado su preocupación de cómo las compañías de tecnología podrían proporcionar servicios financieros.
Quarles aún no ha hecho ningún movimiento para intervenir, y la influencia de la Reserva Federal sería limitada.
Los bancos tradicionales ven en Amazon y otras compañías tecnológicas amenazas potenciales con menos restricciones regulatorias.
Las tecnológicas están invadiendo cada vez más los negocios de los prestamistas, como lo demuestra el creciente interés de Amazon en productos similares a las cuentas corrientes.
Hasta el momento, el gigante del comercio electrónico ha explorado la oferta de productos similares a las cuentas corrientes a través de asociaciones con bancos.
Además de todo, las empresas tecnológicas a menudo tienen una reputación más positiva entre los consumidores y sus hábitos.
Más de 100 millones de miembros pagan una tarifa de suscripción para obtener envíos gratis de sus compras en Amazon, además de transmisión de películas y entrega de comestibles más rápida a través del sitio web.
Actualmente, Amazon tiene uno de los mayores aparatos de cabildeo en Washington que se ocupa desde leyes de derechos de autor hasta los drones.
Cuando se trata de la política financiera, la firma estadounidense se ha centrado hasta ahora principalmente en la legislación relacionada con los pagos del consumidor y la seguridad. Pero esto pronto podría cambiar en el negocio.