Un teléfono móvil de alta gama es tres veces más caro que su costo de fabricación, considerando todos los componentes, desde la batería o la cámara, hasta el sistema operativo que permite que funcionen las aplicaciones.
Un estudio del Huawei P30 Pro y el iPhone XR revela que fabricarlos cuesta menos de 350 dólares, cuando su precio en el mercado es alrededor de los 900 dólares.
Fabricar un Huawei P30 Pro cuesta 349.40 dólares, según datos de la consultora especializada en tecnología TechInsights, que también apunta que su precio medio a clientes finales ronda los 915 dólares.
Igualmente, fabricar el iPhone XR cuesta prácticamente lo mismo, mientras que su precio medio en el mercado es de 899 dólares, según la citada consultora, que desmontó ambos modelos –los más promocionados en la actualidad por las firmas– y ha facilitado su cálculo sobre el precio desglosado de sus componentes.
En todo caso, los expertos consultados advierten que el margen neto de beneficio de fabricar un móvil de alta gama podría no ser tan elevado, porque sus cálculos no incluyen ni la mano de obra ni otros costos indirectos.
De esta manera, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual considera que el margen de beneficio medio que estas dos compañías obtienen por la fabricación de sus móviles de alta gama suele rondar el 40%.
El estudio revela que prácticamente las cifras de ambas compañías son iguales, al menos en lo que se refiere a los componentes. Fabricar un móvil de alta gama les cuesta prácticamente lo mismo.
Sumando todos los modelos de smartphones, solo en la primera mitad del año Huawei vendió unos 117.8 millones de móviles en todo el mundo, lo que supone unas ventas de más de 7 aparatos por segundo, según la consultora IDC.
La misma fuente revela que en ese mismo periodo entre enero y junio Apple colocó en el mercado 70.2 millones de iPhones en el mercado global, es decir, más de 4 unidades por segundo.