La penetración de las nuevas tecnologías en el tejido productivo se está desarrollando a tal ritmo que se estima que la mitad riqueza que se genere en el mundo dentro de cuatro años, procederá de productos y servicios provistos por empresas de la economía digital.
Así lo calcula la consultora IDC, que considera que será entonces, cuando se podrá hablar de la «supremacía digital» en la economía mundial, aunque la irrupción masiva y generalizada de la inteligencia artificial se hará esperar algo más.
«Cuando en 2023 más de la mitad de la economía mundial sea ya digital, será necesario un nuevo tipo de compañías capaces de competir y prosperar», ha defendido el vicepresidente sénior y responsable de análisis de IDC, Frank Gens, al presentar estos datos.
A su juicio, las empresas buscarán ser «hiperrápidas, hiperescalables e hiperconectadas», para lo que en cuatro años ya estarán invirtiendo más de la mitad de su presupuestos en tecnologías de la información y de la comunicación a favorecer la transformación digital y la innovación. En la actualidad ese porcentaje ronda el 27%.
Para 2022, siempre según las previsiones de IDC, el 70% de las empresas ya tendrá integradas sus nubes públicas y privadas para poder gestionarlas de forma unificada.
Un año más tarde, el 50% de los desarrollos informáticos ya se hará sobre computación perimetral (lo más cerca posible de la empresa, «edge computing»), en detrimento de los centros de datos corporativos, que ahora alojan el 90% de las nuevas estructuras y aplicaciones.
Como prueban estos datos, IDC prevé una explosión de la programación de software en el ámbito empresarial, de forma que anticipa que para 2025 dos tercios del tejido empresarial mundial estarán desarrollando a diario su propio software y el número de desarrolladores será 1.6 veces superior al actual.
En lo que ve un avance algo más lento es en la adopción de la inteligencia artificial en aplicaciones verdaderamente rompedoras a nivel masivo, de forma que para 2025 únicamente supondrán el 10% de todas las aplicaciones empresariales.
En cualquier caso, ya por entonces el 50% de las interacciones de las interfaces de usuario integrarán herramientas de inteligencia artificial a partir de imágenes captadas por cámara, reconocimiento de voz, transcripción automática y realidad virtual o aumentada.
«Es difícil exagerar la importancia y el impacto que tendrá la inteligencia artificial en la capacidad de las empresas para crear nuevos productos, servicios, experiencias de los clientes y formas de operar», ha reconocido Gens.