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Entra al mundo de los drones con el Mavic Mini

Si siempre has soñado con volar un dron, el Mavic Mini de DJI es el modelo ideal para dar tus primeros pasos

Mavic Mini
Mavic Mini

La experiencia de volar un dron es difícil de comparar con cualquier otra actividad al aire libre, pues nos permite ver nuestro entorno desde un ángulo al que no estamos acostumbrados.

Ese sentido de libertad y de ‘volar’ a través de un aparato tripulado desde un control remoto y nuestro smartphone puede ser realmente gratificante y divertido.

Sin embargo, pilotar un dron no es una tarea fácil de dominar, pues precisamente esa ‘vista aérea’ que nos da, hace dudar de nuestro propio sentido de orientación.

Por ello, a la hora de adquirir un nuevo dron, es importante familiarizarnos primero con las funciones y capacidades del aparato y observar bien nuestro entrono antes de emprender el vuelo.

También, hay tomar el cuenta las condiciones del clima: lo más recomendable es volar el dron con poco o nulo viento, pues una ráfaga fuerte puede hacer que lo perdamos de vista y se altere nuestro plan de vuelo.

Es bien sabido que los drones no suelen ser aparatos de bajo costo, pues todos sus componentes tecnológicos hacen que los precios oscilen entre los 11,000 y 80,000 pesos; de ahí la importancia de comenzar con pequeños pasos para asegurar una experiencia divertida y sin contratiempos.

También, el tema de la batería suele ser una de las principales limitaciones de los drones actuales, pues su alto consumo de energía obligan en muchos casos a limitar la duración de los vuelos.

 

Mavic Mini, un buen comienzo

Mavic Mini Fly More Combo
Mavic Mini Fly More Combo

Durante estos días, tuve la oportunidad de probar el dron Mavic Mini fabricado por DJI, que con un precio de 11,699 pesos en un combo que incluye tres baterías, es el compañero ideal para aprender a volar.

Este pequeño aparato incorpora unas aspas que lo hacen caber en la palma de la mano al estar plegadas e incluye un maletín para transportarlo junto con el control remoto y el cargador de baterías.

Este combo en particular me parece una gran oferta de DJI, pues al contar con tres baterías que duran aproximadamente media hora de vuelo cada una, hacen que la experiencia realmente se disfrute y no se limite a unos cuantos minutos, sobre todo si estamos en un sitio en donde no es posible recargarlas.

Lo primero que hay que entender es que el Mavic Mini es un dron con una cámara que captura videos en 2.7K a 30 FPS, HD 1080p a 60 FPS y fotografías de 12 MP, pero que es fija, es decir, no es posible hacer paneos durante el vuelo, por lo que la captura de imágenes siempre será en modo frontal.

No obstante, el software incluye varios modos de captura predefinidos:

  • Dronie: el dron se aleja del sujeto seleccionado y captura una imagen tipo selfie
  • Cohete: se hace un vuelo que parte del punto predefinido hasta una posición cenital
  • Órbita: consiste en un vuelo de 360 grados alrededor del sujeto seleccionado
  • Espiral: es un vuelo similar al de Órbita, con la diferencia de que el dron va ascendiendo a medida que gira

Estas cuatro opciones de vuelo se agradecen al no contar con la opción de operar la cámara manualmente a la hora de volar.

 

Primeros pasos

Al hacer el unboxing, lo primero que vamos a encontrar en la caja es al pequeño Mavic Mini, junto con las baterías, control remoto, aspas de repuesto, cargador y un protector para las hélices, el cual resulta bastante práctico al hacer los primeros vuelos y no arriesgarnos a dañar al dron durante un aterrizaje o al chocar con algún objeto.

Después, es necesario descargar la aplicación DJI Fly (iOS y Android) con la cual vamos a controlar y visualizar las capturas del dron.

Una vez que tenemos lista la aplicación en el smartphone, es necesario conectarlo físicamente al control remoto mediante un cable y unas abrazaderas que lo sostienen firmemente.

Este control remoto incluye dos joysticks: el izquierdo, que controla el movimiento ascendente, descendiente, y giro sobre su propio eje; y el derecho, para hacer que el dron avance hacia adelante, atrás, izquierda o derecha.

El siguiente paso es enlazar el dron y el control remoto, lo que se hace a través de la misma aplicación, que además realiza un diagnóstico del aparato y revisa que los sensores y GPS funcionen correctamente.

 

¡A volar!

En este punto, estamos listos para iniciar los primeros vuelos con el Mavic Mini. Evidentemente, antes de comenzar debemos asegurarnos que tanto la batería del dron como las del control remoto y el teléfono estén bien cargadas.

Para iniciar el vuelo, la pantalla muestra un botón para despegar, que se ejecuta manteniéndolo presionado; en este punto, el dron se eleva verticalmente a una altura aproximada de un metro y está listo para arrancar.

Lo primero que hay que tomar en cuenta es que el sitio en el que pretendemos volar sea un espacio abierto y sin obstáculos o riesgos evidentes, pues el Mavic Mini –a diferencia de otros modelos de drones–, no cuenta con sensores que detecten objetos y eviten colisiones.

Para los primeros vuelos, es recomendable colocar el protector de las hélices mientras vamos adquiriendo práctica, aunque el peso adicional limita la altura y la distancia, que en condiciones óptimas puede ser de hasta 4 km.

Cabe resaltar el hecho de que es altamente recomendable volar sin viento, pues en más de una ocasión pude ver cómo el poco peso del dron causaba que una ráfaga se lo llevara fuera del curso deseado.

Afortunadamente, el control remoto incluye un botón ‘Home‘ que hace regresar al aparato a su punto de partida sin necesidad de esforzarnos en hacerlo manualmente.

Y aquí nuevamente es importante destacar que si no tenemos mucha experiencia en el uso de la pantalla del móvil para ubicar la posición del dron, el botón de regreso al punto original es altamente recomendable, pues al poco tiempo de iniciar el vuelo, seguramente lo perderemos de vista.

Una vez en vuelo, la aplicación permite grabar video o tomar fotografías, además de mostrarnos en la pantalla del móvil la distancia y altura a la que se encuentra el dron, además del ángulo respecto a nuestra posición.

La pantalla también nos advierte la cantidad de batería que tenemos restante y emite una alerta para ‘regresar a casa’ en caso de que la carga sea muy baja. Para aterrizarlo, nuevamente hay que mantener presionado el botón y asegurarnos de que no haya objetos en el suelo que interfieran, o de lo contrario, el dron nos lo advertirá.

Ya que hemos concluido la sesión de vuelo, podemos ver las capturas directamente desde la misma aplicación DJI Fly, la cual también cuenta con sus propias funciones para editar las fotos y videos, agregar filtros, recortar o acelerar la duración, agregar música y exportarlos en alta resolución al teléfono o compartirlos en redes.

En resumen, el Mavic Mini es una buena alternativa para aquellos que comienzan a entrar al mundo de los drones, pues aunque la versatilidad de su cámara es limitada respecto a otros modelos, sus dimensiones lo hacen un compañero ideal para viajes.

El precio del Mavic Mini, incluyendo control remoto, batería, hélices adicionales, herramientas y cables necesarios, es de 9,399 pesos, mientras que el Mavic Mini Fly More Combo, que incluye todos los componentes de la versión estándar más la caja 360° para hélices, el hub de carga bidireccional, tres baterías, tres juegos de hélices adicionales y bolsa de viaje, es de 11,699 pesos.

 

Especificaciones técnicas

  • Peso: 249 gramos
  • Dimensiones: 140 x 82 x 57 mm
  • Sensor: visual y vuelo estacionario con GPS
  • Estabilización: 3 ejes
  • Video: 2.7K a 30 fps y 1080p a 60 fps
  • Cámara: 1/2.3” CMOS, 12 MP
  • Transmisión: 4 km
  • Tiempo de vuelo: 30 minutos
  • Altura máxima de operación: 3,000 MSNM
  • Especificaciones adicionales

Y aquí, una muestra de algunos videos que capturamos durante las pruebas: