Los veintinueve organismos europeos de protección de datos anunciaron hoy que han decidido investigar el impacto del programa secreto estadounidense PRISM de recopilación de información privada de los principales servidores y su potencial violación a la normativa europea de protección de información.
El G29, grupo de trabajo que integra a los representantes de cada autoridad nacional independiente de protección de datos, indica en un comunicado que las respectivas legislaciones nacionales sobre la vigilancia de los ciudadanos deben someterse a un examen «más preciso».
La existencia del programa PRISM se desconocía hasta que a mediados de junio pasado los periódicos The Guardian y The Washington Post filtraron una serie de documentos secretos que hablaban de una vigilancia generalizada en las comunicaciones telefónicas y digitales de millones de usuarios en todo el mundo.
El comunicado, difundido por la Comisión Nacional francesa de Informática y Libertades (CNIL), señala que el G29 ha pedido a la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, explicaciones sobre ese programa y sobre la legislación estadounidense en materia de control de ciudadanos europeos.
El CNIL y sus homólogos subrayan que, más allá del grupo de trabajo entre Washington y la Unión Europea (UE) puesto en marcha para analizar el acceso por parte de los servicios secretos de Estados Unidos a los datos de ciudadanos no estadounidenses, les corresponde a ellos evaluar de manera «independiente» el impacto «exacto» de ese programa.
El G29 solicita en concreto aclaraciones sobre la naturaleza exacta de las informaciones captadas, sobre las condiciones en que las autoridades de Estados Unidos pueden acceder a esos datos, sobre el tipo de control ejercido por ese país en el proceso y sobre los recursos a los que pueden recurrir los ciudadanos europeos.
El grupo considera que todos esos elementos son necesarios para estimar en qué medida la legislación estadounidense es o no conforme con el derecho internacional y europeo en lo relativo a la protección de la vida privada y de la información personal.
Las respectivas autoridades europeas, según la nota, van a interesarse igualmente por la existencia de programas similares en la UE, pues creen importante poder garantizar que en Europa se respeta el derecho fundamental a la vida privada, a la protección de datos y a la confidencialidad en las comunicaciones.
En esa línea, el CNIL puntualiza que ya ha puesto en marcha un grupo de trabajo sobre el acceso de las autoridades públicas extranjeras a los datos personales de los franceses, que está previsto que presente sus primeras conclusiones en septiembre.
La investigación incluye también al Gobierno francés, al que se ha solicitado precisiones sobre un hipotético programa de recogida masiva y automática de información que, en caso de que existiera, según avanza, se estaría realizando «al margen» del marco jurídico previsto por la legislación.
El dispositivo masivo de espionaje PRISM fue revelado por el extécnico de la CIA Edward Snowden, que reveló a esos dos diarios que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y el FBI tienen acceso a millones de registros telefónicos amparados en la Ley Patriota, aprobada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
EFE