Escribano Mechanical & Engeniering, En colaboración con Salvamento Marítimo de España, dieron el nombre de Albatross a su nuevo dispositivo para encontrar náufragos de manera efectiva, utilizando algoritmos.
La aplicación, que fue presentada en Madrid, utiliza la tecnología de infrarrojos para cámaras térmicas, que permiten la detección automática y geolocalización de personas en el mar en condiciones adversas.
La supervivencia de una persona en el agua a 17° de temperatura es de una hora y media a dos horas y, por lo tanto la velocidad de actuación y la precisión son factores fundamentales. Las cámaras de Albatross permiten una visión global del mar. “El sistema que va ubicado en las aeronaves, es más efectivo a una distancia de 800 pies y el campo de visión es de 1 km y medio a 2 km. Si el avión o helicóptero vuelan más alto, se reduce el margen de presisión”, explica Angel Escribano, CEO de Escribano Mechanical & Engeniering.
Además de la cámara, el dispositivo, que solo pesa 2,7 kg, cuenta con un sistema electrónico inteligente. Un algoritmo detecta los grados de temperatura y el tamaño de la persona y se basa en la velocidad y la altura. Un número determinado de pixeles en la imagen significa que es una cabeza, si es más grande, se presupone que es una chapa que se calienta o un vertido. El algoritmo empieza funcionar a más de 20°. Se calcula la altura y la velocidad de la aeronave y marca la ubicación de toda la masa que está entre 20 y 37 grados, que es la temperatura corporal de un ser humano. El dispositivo está hecho de aluminio. Se podría fabricar con fibra de carbono, pero sería demasiado ligero. Además, “no es necesario hacerlo más pequeño porque no cabrían los tres procesadores que van en el interior, y se necesita espacio para disipar el calor interior del cubículo”, explica Escribano.