La plataforma FairSearch, que agrupa a 17 compañías en favor de la igualdad de condiciones en las búsquedas por internet, entre ellas Microsoft, aseguró hoy que Google ejerce con sus productos una competencia desleal en el sector de los teléfonos móviles inteligentes, donde tiene una posición dominante.
«Google quiere extender su monopolio en las búsquedas en línea al mercado móvil», en el que su sistema operativo Android esté presente en el 75% de los dispositivos, indicó en una rueda de prensa en Bruselas el consejero de FairSearch en Europa, Thomas Vinje.
Actualmente, la Comisión Europea (CE) evalúa con Google distintos remedios para cerrar una investigación abierta sobre un posible abuso de posición dominante, entre otras cosas, el dar prioridad a sus anuncios y aprovechar contenido de competidores en su propio beneficio.
Aunque el vicepresidente de la CE y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, indicó en julio pasado que la investigación comunitaria no cubre las aplicaciones de Google en el mercado de los teléfonos móviles, dejó claro que ese sector puede ser examinado en el futuro si considera que el gigante de internet ha incurrido en una posición de dominio.
Vinje aseguró que Google utiliza los recursos que le otorga su posición privilegiada en las búsquedas en internet y los ingresos de la publicidad relacionada, que suponen a su juicio una «competencia desleal», para invertir fuertemente en el sector móvil.
Según el consejero de FairSearch, Google incluye requisitos de exclusividad a la hora de poner a disposición de un fabricante de móviles su sistema operativo, de forma que se da preferencia a sus propias aplicaciones, como el canal de videos YouTube, su servicio de correo electrónico Gmail o sus mapas.
Vinje destacó que los datos de los usuarios se están convirtiendo en el nuevo «capital» para las empresas, y enfatizó que Google tiene «hambre de datos» y quiere «evitar que otros los tengan».
A través del uso de esas aplicaciones, Google sigue recopilando información de los usuarios, apuntó.
La responsable legal de la asociación de las pymes europeas, UEAPME, Dora Szentpaly, afirmó por su parte que los consumidores cuentan con cada vez menos fuentes de información, en detrimento de las empresas pequeñas, y que en Google recae una gran responsabilidad al «haberse convertido en parte de nuestra vida».
«Esperamos de una empresa con posición dominante que cumpla incluso con unos estándares más estrictos», indicó sobre Google el responsable de la Organización Europea de Consumidores (BEUC), Kostas Rossoglou, y añadió que tampoco ve con buenos ojos su política de privacidad.
Tanto BEUC como FairSearch consideraron que existe un conflicto de intereses entre el servicio de búsquedas de Google y el de publicidad, y pidieron una «separación estructural» de los diferentes negocios de la compañía.
Por último, la directora de Competencia de la finlandesa Nokia -el mayor fabricante mundial de teléfonos móviles-, Jenni Lukander, afirmó que Google presiona en los contratos de Android para que sea más difícil acceder a aplicaciones de otras empresas, y que suele incluir cláusulas de exclusividad para que los teléfonos se vendan con aplicaciones suyas preinstaladas.
La responsable de Nokia, compañía que se ha aliado con Microsoft para que sus teléfonos funcionen con un sistema operativo Windows, apuntó que «de las seis aplicaciones más populares en Android, cinco son de Google».
EFE