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Almacenamiento: más que un gasto, una inversión estratégica

Hoy en día que las organizaciones de todos los giros y niveles están generando enormes volúmenes de datos, las necesidades de almacenamiento crecen exponencialmente.

Las empresas se enfrentan en la actualidad a un reto en este sentido: ¿Cómo se pueden almacenar adecuadamente tantos datos que se generan a gran velocidad, con tanta variedad y que resultan en un gran volumen de datos? El problema se complica porque solo una parte mínima de esos algunos están organizados, el resto en su mayoría son datos no estructurados.

Los datos se multiplican exponencialmente: IBM estima que el mundo generará 2.7 zettabytes de información en 2012, 48% más de lo que se generó en 2011. Constantemente la tecnología avanza y los discos de estado sólido son más resistentes, por lo que valen la pena como inversiones a largo plazo.

Almacenar datos cuesta tiempo, dinero y esfuerzo. Una de las preguntas cruciales que las organizaciones se plantean, además de qué hacer con ellos, es cómo manejar el costo de total de la propiedad al almacenarlos.

“Para poder explotar los datos hay que empezar desde almacenarlos adecuadamente; las organizaciones tienen archivos cada vez más grandes y necesitan usarlos con mayor frecuencia para la toma de decisiones en tiempo real, para generar ventajas competitivas”, consideró César Campos, Storage Business Unit Executive para IBM Latinoamérica en el Information Infrastructure Symposium 2012.

Cuando las empresas requieren tomar decisiones, es necesario que sus datos almacenados estén disponibles en tiempo real. Por esta razón, el manejo de grandes volúmenes de datos se está convirtiendo en un tema delicado, por ejemplo para los bancos: ¿Cómo manejar 400 terabytes dispersos en 500 servidores?

Uno de los principales problemas que enfrentan los CIOs actualmente tiene que ver con el desbalance entre los crecimientos que registran las organizaciones en términos de operación y los presupuestos para almacenamiento, los cuales no se incrementan a la misma velocidad.

“El mercado actualmente busca soluciones integradas, con un cierto nivel de inteligencia para que sean fáciles de administrar y que puedan ser accedidas desde varios lugares de manera segura. En almacenamiento la tendencia es buscar un buen balance de performance y costo”, señala Campos.

Para afrontar los retos en almacenamiento, se recomienda abordar el problema de manera integral, buscando primero entender las necesidades de negocio, diseñando soluciones a la medida que reduzcan el costo total de propiedad, reutilizando los recursos de almacenamiento con los que ya cuente la empresa e incorporando soluciones complementarias para gestionar con base en manejo de la información.

Para hacer más con lo que ya se tiene, existen una serie de técnicas que coinciden en una filosofía de almacenar lo más importante en los equipos más veloces (y más costosos) y guardar en equipos más lentos o antiguos (reduciendo costos), los datos que no se utilizan prioritariamente.

Para ello, antes de comprar más memoria o implementar soluciones de Big Data, se recomienda que la empresa haga un exhaustivo análisis de optimización, con miras a bajar el costo total de la propiedad de los datos.

Aprovechar la infraestructura existente es posible gracias a soluciones de gestión que permiten jerarquizar y procesar información de manera dinámica, con base en algoritmos que entienden qué información es la más consultada o crítica y la van reorganizando en los discos: la información más importante en discos de alto rendimiento y la menos relevante en discos de menor rendimiento y por ende menos costosos.

Una estrategia de almacenamiento debe tomar en cuenta a la nube, que permite acceder a los datos desde cualquier lugar y en cualquier momento. De hecho, la proliferación de servicios en la nube viene a romper con el paradigma del ciclo de adquisición de tres a cinco años, y con promesas de mayor desempeño, mayor accesibilidad y menos costo.

Lo almacenado debe ser accesible y analizable. Implementar storage analytics permite convertir archivos muertos en información de inteligencia y analizar tendencias. Con una herramienta como Watson, los datos pueden ser analizados con base en su significado y su contexto para tomar decisiones con mayores porcentajes de certeza.

Si las empresas quieren ser capaces de tomar decisiones en tiempo real, deben implementar una solución que les permita almacenar más inteligentemente sus datos y dotarse de la capacidad de usarlos para la toma efectiva de decisiones de negocio.