La Agencia Nacional de Telecomunicaciones, reguladora del sector en Brasil, aprobó hoy la adquisición integral por parte de Telefónica Vivo, filial de la multinacional española, de la recién negociada operadora GVT, que era controlada por la francesa Vivendi.
Entre las exigencias de la Anatel para la aprobación definitiva del negocio están las de mantener los actuales planes para los clientes de GVT en contratos por 18 meses, además de evitar sobreponer el servicio de telefonía fija ofrecido por Vivo y GVT en algunos municipios.
En ciudades del estado de Sao Paulo en las que se podría dar una concentración del mercado por parte de Vivo, como Suzano, Votorantim, Arujá y Varzea Paulista fue exigido que se mantenga la actual oferta de precios.
De igual manera, Anatel exigió que en un plazo de noventa días Vivo deberá expandir su red en por lo menos diez ciudades por fuera del estado de Sao Paulo.
La operación alcanza los 6,000 millones de dólares, cifra que deberá ser pagada a Vivendi.
Gracias a la compra de GVT, Telefónica Vivo liderará el mercado brasileño de banda ancha, con el 30.73% de los clientes, y duplicará su presencia en el de televisión de pago, en el que llegará a una cuota de mercado del 7.06%