La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC), anunció este miércoles la aprobación preliminar de la fusión entre T-Mobile y Sprint, en una operación valorada en 26,000 millones de dólares.
Una condición del acuerdo implica que las compañías deben vender algunos de sus activos a Dish Network, entre ellos parte de su espectro inalámbrico y el negocio de celulares de prepago de Sprint, Boost Mobile.
Ello convertiría a Dish en el cuarto operador telefónico más grande de Estados Unidos, aunque dependería de T-Mobile para el uso de su red.
El presidente de la FCC, Ajit Pai, anunció la distribución de un borrador de la orden que aprueba la fusión de dos de las operadoras más grandes de telefonía móvil en ese país.
El pasado mes, el fiscal asistente de la división antimonopolio del Departamento de Justicia, Makan Delrahim, anunció el respaldo del Gobierno al acuerdo entre las dos empresas por considerar que con él ‘se asegura que los consumidores podrán acceder a grandes partes de espectro actualmente no usado o infrautilizado en forma de redes de alta calidad 5G‘.
El borrador del ente regulador considera que la fusión y la desinversión que incluye el acuerdo son suficientes para recibir el visto bueno, con lo que solo queda que el pleno de la Comisión lo vote para su entrada definitiva en vigor.
Junto a T-Mobile y Sprint, el mercado estadounidense tiene como principales proveedores actualmente a Verizon y AT&T.
El nuevo operador, bajo el nombre de T-Mobile, contará con más de 80 millones de consumidores.
Tanto T-Mobile como Sprint son controladas por empresas extranjeras: la primera por la alemana Deutsche Telekom, y la segunda por la japonesa SoftBank.