La última innovación en inteligencia artificial en China es una flota de cien camiones eléctricos controlados por esta tecnología, diseñados para supervisar la seguridad en minas a cielo abierto y reducir los accidentes.
Este proyecto está a cargo de Huawei y funciona en la mina de carbón a cielo abierto de Yimin, ubicada en Hulunbuir, en la región de Mongolia Interior. La mina pertenece al grupo energético Huaneng.
Los camiones operan conectados con tecnología 5G avanzada y ya trabajan en la mina, que está en el noreste de China, cerca de la frontera con Rusia.
Durante las pruebas, nueve camiones funcionaron sin parar por 72 horas a temperaturas de 40 grados bajo cero.
Los vehículos pueden cargar hasta 90 toneladas y cuentan con funciones autónomas para percibir el entorno, planear rutas y tomar decisiones. Pueden manejarse solos, hacer descargas y cambiar baterías gracias a algoritmos de inteligencia artificial.
Su eficiencia es 20% mayor que la de camiones tradicionales.
Lo que llama la atención es que estos camiones no tienen cabina para conductor, en su lugar tienen una batería eléctrica muy grande.
En minas a cielo abierto, el principal riesgo es el transporte, porque los conductores pueden distraerse o quedarse dormidos, lo que provoca accidentes graves. Al eliminar la cabina y automatizar el transporte, el riesgo humano desaparece, mejorando la seguridad.
Aunque la automatización puede poner en riesgo empleos, muchos conductores, en su mayoría mayores de 50 años, fueron reasignados a supervisar la operación automatizada, conservando sus trabajos.
Además, cada vez hay menos jóvenes dispuestos a hacer este tipo de trabajo duro y peligroso.
En 2023, el sector del carbón en China reportó 443 muertes. La tasa de fallecimientos por cada millón de toneladas producidas bajó un 37% en 2024, según datos oficiales.
Este proyecto forma parte de un esfuerzo mayor de China para integrar inteligencia artificial, automatización y comunicaciones avanzadas en sectores tradicionales como la minería.
Uno de los retos es cómo llevar estas tecnologías a industrias que suelen tardar en digitalizarse.
Huawei señala que el primer paso es que estas empresas reconozcan que la digitalización y la inteligencia artificial pueden mejorar la eficiencia y la seguridad.
Otra ventaja es ambiental, ya que los camiones eléctricos sustituyen a los que usan combustible, reduciendo emisiones de carbono y consumo de petróleo.
Se estima que esta sustitución evitará la emisión de 48 mil toneladas de dióxido de carbono al año.
Aunque China sigue siendo el mayor productor de carbón en el mundo, la transformación hacia un modelo energético más limpio es clave para alcanzar sus metas de reducir emisiones antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono en 2060.