China supera a Estados Unidos en inteligencia artificial (IA), ya dispone de una estrategia específica para esta tecnología, en tanto que Estados Unidos se esfuerza por crear su propia estrategia.
Tanto China como otros países están compitiendo para explorar y explotar las posibilidades de la tecnología de IA y, de hecho, el gigante asiático está trabajando ya en un plan multimillonario extremadamente agresivo para la inversión gubernamental en investigación de aplicaciones de inteligencia artificial.
Enn tanto, el gobierno de Estados Unidos se ha visto más lento para actuar, en opinión del autor Thomas H. Davenport.
El gobierno de Barack Obama emitió un informe sobre IA casi al final de su mandato. Desde entonces, poco ha sucedido, hasta una orden ejecutiva fue emitida el 11 de febrero por el presidente Donald Trump en la que alienta al país al hacer más en inteligencia artificial.
La orden ejecutiva tiene varias partes, que incluyen dirigir a las agencias federales para que inviertan en capacitar a los trabajadores en habilidades relevantes para la inteligencia artificial, poniendo a disposición de los investigadores los recursos informáticos y de datos federales.
Además, se pide al Instituto Nacional de Normas y Tecnología que cree normas para la inteligencia artificial y sistemas que sean confiables y funcionen bien juntos.
Todas estas son buenas ideas, pero carecen de financiamiento y estructura burocrática. Entonces, después de investigar cómo las grandes organizaciones usan la IA en los últimos cinco años, se observa que la orden ejecutiva por sí sola no es probable que transforme el enfoque estadounidense de la IA.
Inversiones
China está haciendo mucho más que hablar de IA. En 2017 el gobierno del país anunció que quería que sus industrias fueran líderes mundiales en tecnologías de inteligencia artificial para 2030.
Se espera que el último fondo de capital de riesgo del gobierno invierta más de 30,000 millones de dólares en IA y tecnologías relacionadas dentro de las empresas estatales. Ese fondo se une a fondos de capital de riesgo aún mayores, financiados por el estado.
Los programas gubernamentales apoyarán ambiciosos e importantes proyectos, nuevas empresas e investigación académica.
El esfuerzo nacional también incluye el uso de IA en las industrias de defensa e inteligencia de China; los líderes del país no se muestran reacios a utilizar la inteligencia artificial para el control social y político.
Por ejemplo, tanto el reconocimiento facial impulsado por IA, incluso para atrapar a los ‘jaywalkers’, como el ‘crédito social’, una calificación crediticia impulsada por la IA que influye en los comportamientos sociales, ya están en uso.
Por otra parte, los planes de inversión de Estados Unidos, principalmente en la industria de la defensa, se ven empequeñecidos por el esfuerzo chino.
DARPA, el brazo de investigación del Departamento de Defensa, ha patrocinado investigaciones y competiciones de inteligencia artificial durante muchos años, y cuenta con un fondo de 2,000 millones de dólares llamado ‘AI Next’ para ayudar a desarrollar la próxima ola de tecnologías de inteligencia artificial en universidades y empresas. Aún no está claro el progreso real de estos esfuerzos.
El sector privado
La inversión privada estadounidense también parece fuerte. En 2015, por ejemplo, el gasto combinado en investigación y desarrollo en las empresas con sede en Estados Unidos, tales como Google, Apple, Facebook, IBM, Microsoft y Amazon, fue de 54,000 millones de dólares.
Gran parte de este gasto se destinó a la investigación y desarrollo, pero parte del trabajo realmente se realizó en China y en otros lugares fuera de Estados Unidos.
Ese trabajo se ha utilizado para personalizar anuncios, mejorar resultados de búsqueda, reconocer y etiquetar rostros y, en general, hacer que los productos sean más inteligentes.
En China, el sector privado está mucho más vinculado a los planes del gobierno que en Estados Unidos. El gobierno chino pidió a cuatro grandes empresas orientadas a lA en el país –Baidu, Tencent, Alibaba y iFlytek– desarrollar sistemas de software y hardware de IA para manejar la conducción autónoma y el procesamiento del idioma, para que otras compañías puedan desarrollar esas habilidades.
Otros factores
Un análisis reciente de los datos de Linkedin sugiere que Estados Unidos tiene mucho más ingenieros de inteligencia artificial que China.
Pero el país asiático está cerrando la brecha rápidamente, con una variedad de programas de educación y capacitación que comienzan desde la escuela primaria.
Por otra parte, las restricciones de la administración de Trump a la inmigración están alentando a algunos de los mejores investigaciones de inteligencia artificial del mundo a quedarse en casa, en lugar de ir a Estados Unidos.
Un elemento de éxito a largo plazo de la IA es cómo las regiones particulares construyen comunidades de compañías, ecosistemas universitarios y agencias gubernamentales que se refuerzan mutuamente.
Silicon Valley es el líder mundial en este sentido, y China no tiene nada con qué igualarlo. Tanto Estados Unidos como China podrían aprender de los esfuerzos en Canadá, como el trabajo del Instituto de Montreal Para el Aprendizaje de Algoritmos, que ofrece a las empresas acceso instalaciones, capital de riesgo y asociaciones de investigación universitaria para acelerar el desarrollo de la IA en esa ciudad.
Los datos
El último elemento clave en el progreso de IA son los datos: cuantos más datos tienen las empresas de un país, más capacitados están para desarrollar sistemas de inteligencia artificial.
Las empresas chinas en línea tienen una gran cantidad de datos de los consumidores para entrenar algoritmos de aprendizaje automático. Debido a su gran número de habitantes, el uso intensivo de servicios digitales por parte de la población y su entorno regulatorio relajado, China claramente supera a Estados Unidos en cuanto a los datos.
Thomas H. Davenport cree que Estados Unidos tiene la ventaja sobre China en las capacidades de IA en este momento. Sin embargo, ‘por mucho que me gustaría que Estados Unidos gane esta carrera a largo plazo; si fuera un apostador, apostaría por China. Como describo en mi nuevo libro The AI Advantage, China está ejecutando su estrategia y Estados Unidos todavía está luchando por crear una’.
China también está cosechando los beneficios de tener un gobierno determinado, una vasija de dinero inagotable, un creciente grupo de investigadores inteligentes y una gran población con hambre digital.