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Cloud computing: ¡un futuro brillante! 2a. de 3 partes

Revista Mundo-Contact

   

Cloud computing: ¡un futuro brillante!
2ª. de 3 partes

Por José Antonio Fernández, Analista Asociado de Enter-IE*

¿Servicios estándar o a medida?

Los servicios estandarizados presentan limitaciones aunque se basen en aplicaciones sofisticadas que puedan ser incluso configuradas individuamente para cada cliente. Para muchos clientes y desde luego para las grandes empresas es imprescindible contar con al menos una parte de las aplicaciones desarrolladas a medida. Es necesario por tanto que estos clientes puedan desarrollar aplicaciones y ejecutarlas en el cloud, realizando el operador su explotación informática. A este enfoque corresponde por ejemplo los servicios de Amazon EC2 (Elastic Compute Cloud) o Google Apps Engine y otros con planteamientos similares. Lógicamente, el cliente tiene que ajustarse a las características técnicas definidas por el operador.

Incluso es posible constituir clouds privados, dentro de una empresa o grupo de empresas, pero aplicando los mismos principios tecnológicos que en los clouds abiertos a múltiples clientes.

Hay ventajas innegables pero subsisten problemas importantes. Los clientes de estos servicios encuentran las siguientes ventajas respecto al modelo tradicional:

El acceso inmediato a los servicios ofrecidos por el operador sin haber tenido que adquirir previamente el hardware y software necesarios y construir, instalar y gestionar los sistemas por sí mismos. Evitan la inversión financiera inicial asociada al punto anterior, a cambio pagan por el uso que realicen de los servicios. costos anuales totales potencialmente inferiores debido a las economías de escala de los grandes datacenters que atienden a muchos usuarios. Aplicaciones disponibles desde cualquier punto con acceso a Internet e integración más simple con clientes y proveedores permitiendo trabajar con ellos de forma más fácil e interactiva. Mayor facilidad de absorber picos de carga y para ampliar la capacidad de proceso. Garantía ante desastres. Una red de grandes datacenters debe ser capaz de ofrecer garantía de continuidad de servicio en caso de desastre con mayores garantías y menores costos (aunque a fecha de hoy no todos los operadores lo ofrezcan).

Estas ventajas son más evidentes en el caso de pequeñas y medianas empresas y menos claras para las grandes. Estas tienen necesidades más específicas y difíciles de satisfacer por un operador que presta servicio a múltiples clientes y además cuentan con mayores capacidades y recursos tecnológicos propios.

Respecto a los riesgos, cualquier potencial cliente se plantea lógicamente las siguientes preguntas:

¿Estarán seguros mis datos en el cloud? ¿Qué garantía tengo de que sólo mi empresa puede acceder a ellos? ¿Recibiré un servicio fiable y sin interrupciones? ¿Es viable a largo plazo el operador con quien contrato el servicio? Si por alguna razón doy por terminado el contrato, ¿cómo recupero mis datos y cómo gestiono la salida?

Actualmente, muchas de las ofertas disponibles presentan riesgos o inconvenientes en los puntos siguientes:

Gestión de los datos, seguridad, confidencialidad y cumplimiento normativo y regulatorio. Es necesario asegurar que: Los datos de cada cliente en el cloud están separados de los datos de los demás clientes y en ubicaciones físicas conocidas y controladas, después de todo un cloud es un entorno compartido. Que todos los accesos a los datos pasan los controles suficientes y quedan registrados. Que se cumplen las leyes y normativas aplicables sobre los datos. Que se cuenta con la protección suficiente ante errores de operación que puedan afectar a los datos y ante desastres. No sólo que los puntos anteriores se cumplen, sino que puede probarse que es así y que ello puede ser verificado por un tercero. Menor control sobre la evolución de las aplicaciones dado que es el operador quien decide la evolución de las mismas y aunque la configuración sea específica de cada cliente, su control de las aplicaciones es menor que con la informática interna. Monitorización y control de las operaciones en el centro de proceso e información accesible por el cliente, de tal forma que le permita realizar el seguimiento del nivel de servicio y de los problemas que surjan. Procedimientos de salida y recuperación de datos, en caso de que por la razón que sea el cliente dé por terminado el servicio, incluyendo el control de todas las copias de seguridad que se hayan obtenido de los datos.

Todos estos problemas y riesgos se irán seguramente resolviendo según maduren las ofertas. En cualquier caso, un cliente debe obtener una respuesta satisfactoria a los puntos anteriores.

Aplicaciones de consumidor final, empresariales non mission critical y de PYMES

Para las aplicaciones de consumidor final el modelo cloud computing resulta ideal; permite el lanzamiento rápido de servicios, el acceso a los mismos desde cualquier lugar, facilita su difusión y publicidad, es capaz de absorber crecimientos rápidos y picos de carga, facilita la integración con otros servicios, etc.

Estas aplicaciones son cada vez más numerosas e incluyen, entre otras: ofimática, correo y mensajería electrónica, calendarios y agendas compartidas, búsquedas, mapas y navegación, telefonía y comunicación, pagos, banca y finanzas personales, inversiones, social networking, espacios online compartidos en tiempo real, ticketing, suscripciones, alertas, etc. Algunos de los servicios disponibles han sido construidos con el modelo cloud computing y su éxito es bien conocido a pesar de su relativa novedad en el mercado.

Para las empresas medianas y pequeñas, como se ha indicado antes, es una solución muy atractiva.

En las grandes empresas, no todas los sistemas tienen los mismos requerimientos. Las aplicaciones non mission critical siguen creciendo en número y habitualmente se ven relegadas, dado que tanto el presupuesto disponible como la atención del Departamento de Informática se focalizan en las mission critical. Para ellas, la alternativa cloud computing es una buena solución.

Clouds privados

Pero incuso para las aplicaciones misión critical la arquitectura cloud computing resulta atractiva, como mínimo a medio plazo. Por ello, se está viendo cómo grandes empresas globales están comenzando a constituir clouds privados que operan dentro de su propia red privada y que prestan servicio a la propia empresa y a un grupo reducido de business partners.

Podría transformar profundamente la industria informática

El modelo de negocio tradicional de la industria es la venta de hardware y software a sus clientes, con su correspondiente mantenimiento, pero no la venta de hardware y software como servicio y el cobro por uso. ¿Cómo reaccionarán los fabricantes de hardware y software a la interposición entre ellos y sus clientes de operadores de gran tamaño y gran capacidad de negociación tanto en precio como en las características técnicas de los productos?

La mayoría buscan posicionarse en los servicios de cloud computing y, desde luego, querrán preservar la relación directa con los clientes, por lo que prestarán también estos servicios, si bien intentarán minimizar su impacto en su negocio tradicional y retrasarlo en el tiempo lo más posible.

Lo que seguramente no se podrá evitar es un mayor foco en el uso (hardware y software vendido como servicio), con o sin cloud computing, en lugar de la adquisición y la gestión de la tecnología por el cliente.

Por otra parte, existen desde hace muchos años en el sector dos tendencias claras: la concentración de fabricantes, tanto de hardware como de software y la externalización de la operación informática y del desarrollo, instalación y mantenimiento de software.

Con respecto a la tendencia a la concentración, las economías de escala de los grandes datacenters favorecerán la concentración entre los cloud operators, por lo menos en infraestructura. No obstante, dado que la mayoría de los nuevos operadores no serán fabricantes (Google, Amazon, las operadoras de telecomunicaciones, etc. no lo son) se producirá un aumento del número de competidores, al menos en la provisión de infraestructura.

En cuanto a la tendencia a la externalización, los servicios de cloud computing suponen un paso más de gran importancia en esa dirección, en la que el sector ya se está moviendo hoy, y una mejora en su competitividad en costos, precios y variedad de oferta.

Otra área de gran interés es el impacto cruzado entre cloud computing y el llamado software libre, usado al menos de forma parcial por bastantes de los clouds disponibles hoy y previsiblemente también por parte de los nuevos entrantes.

También es una cuestión interesante el impacto de los proveedores de servicios informáticos de países emergentes. Su influencia en el mercado ha sido importante en los últimos años, sobre todo en los Estados Unidos y previsiblemente lo será también en los servicios de cloud computing.

El desarrollo de lo indicado en los párrafos anteriores será un proceso que requerirá bastante tiempo pero que sin duda tendrá un impacto profundo en el sector.

* http://www.enter.es

 

Para las aplicaciones de consumidor final el modelo cloud computing resulta ideal.

Grandes empresas globales están comenzando a constituir clouds privados que operan dentro de su propia red privada y que prestan servicio a la propia empresa y a un grupo reducido de business partners.

Los grandes datacenters favorecerán la concentración entre los cloud operators, por lo menos en infraestructura.