Lo único que no cambia en la vida son los datos historicos. En las compañías se analiza información para descubrir tendencias, mercados, nuevos productos o mejores prácticas en el ciclo comercial, de logística, etc. En pocas palabras se analiza información para ser más competitivos. Aunque ya no es suficiente revisarla hay que entenderla y usarla a nuestro favor.
Con más de 25 años de trayectoria en la industria, he observado numerosas tendencias y muchos avances, pero uno de los temas más relevantes en los últimos tiempos ha sido el Big Data. Es uno de los grandes descubrimientos en TI y uno de los capítulos más extensos en la historia y futuro de los negocios.
Este 2013 ya no hablaremos sobre la definición de Big Data o los beneficios que genera. Debemos tener un enfoque más práctico. Ahora la premisa será lograr que las empresas y las personas lo pongan a trabajar para su beneficio.
¿Cómo lograrlo? El desafío es comprender el impacto de los datos y saber que cuantos más datos conocemos más aprendemos de nuestra empresa, del sector en el que nos estamos moviendo, de los clientes. Esto se traduce en mejores decisiones.
A pesar de que mucho se ha hablado sobre Big Data, apenas se encuentra en sus primeras etapas porque sus alcances no se limitan a la infraestructura de TI. Va mucho más allá. No es sólo para las empresas también es para las personas. ¿Por qué? Porque está en todas partes, en nuestra oficina, en el hogar, en el automóvil. Bien gestionado puede llevarnos a un mundo mejor. Quizá suene filosófico pero tiene sentido. Imagine eficientar los procesos de entrega de su mensajería o mejorar la logística del transporte que surte los productos en los grandes almacenes. Todo esto puede hacer Big Data.
Lo primodial es tener claro que para entender la información hay que ordenar las herramientas y las técnicas. Un Big Data exitoso dependerá de procesos de análisis bien estructurados. Hasta hace algunos años tratábamos de entender qué datos eran valiosos; hoy sabemos que hasta la nota más pequeña puede generar un impacto en la operación, las decisiones y el servicio que se otorga a los clientes porque nos permiten comprender el mercado.
Muchos ejecutivos utilizan el análisis de datos para ahorrar en infraestructura de TI; sin embargo, su variedad y velocidad están cambiando la manera de hacer negocios. En cuanto más conocemos de nuestro negocio mejores decisiones podemos tomar. Actualmente tenemos a nuestro favor que la información ya es un activo de la empresa a diferencia de hace algunos años cuando sólo los privilegiados tenían acceso.
El reto es otorgar a los datos el valor que realmente merecen. Una información bien administrada nos sirve para el futuro pero también nos ayuda a conocer nuestra historia y en términos de análisis, puede permitirnos cambiar ideas e incluso paradigmas.
Big Data ya no es una opcion, es una necesidad. No veo el futuro sin Big Data. Sin un correcto manejo de la información, las compañías corren el riesgo de minimizar sus márgenes de costos y reaccionar, o incluso, llegar muy tarde al mercado.
Por Fernando Lezama, Country Manager de Teradata para México, Centroamérica y Caribe