Los Data Centers de grandes empresas de tecnología, como Facebook y Microsoft, fueron diseñados pensando en todos los factores relativos a eficiencia energética, con instalaciones extremadamente eficientes para mantener los equipos trabajando en su normalidad.
La eficiencia es tan grande que esos grandes edificios no representan la mayor parte de energía consumida en centros de datos. El consumo más grande está en los Data Centers pequeños.
El departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) estima que más de 50% de la energía que entra en un Data Center común no llega a las cargas de la TI. Se evalúa que un centro de datos de 1 megawatt (MW) consume 177 millones de kilowatts por hora (KWh) en un ciclo de vida de 10 años, y que el sistema de 1 MW desperdicia continuamente lo equivalente a las emisiones de carbón de 1,000 automóviles, a causa de un proyecto de infraestructura incorrecto.
El desperdicio de energía eléctrica puede vincularse a varios factores, como:
- el súper dimensionamiento de equipos de energía, que exigirá otras nuevas máquinas para mantenerlos fríos, o inversamente,
- súper dimensionar el sistema de enfriamiento con capacidad superior a la necesaria.
Se debe evaluar la compra de estos equipos. Algunas empresas se preocupan más por el costo y se les olvida contar los beneficios y pueden terminar adquiriendo equipos de energía y enfriamiento deficientes, con parámetros de operación inadecuados e invirtiendo aún más a lo largo del tiempo.
La arquitectura del espacio físico y su mantenimiento también cuentan, como un piso elevado saturado de cables, filtros de aire o agua obstruidos y dificultad estructural para mantener la temperatura adecuada de una sala.
Una de las soluciones a este problema es usar un sistema de gestión del aire, una tecnología que ha sido ampliamente usada en Data Centers pequeños. Este sistema, por ejemplo, permite que las máquinas de enfriamiento, que tal vez trabajan de forma redundante, comiencen a actuar en modo de espera y que después vuelvan a encenderse al ser necesario.
Otro problema común está en la separación entre el aire caliente del frío. Sin la contención adecuada del flujo de aire, el aire caliente puede juntarse con el frío, haciendo necesario el bombeo de más aire frío para disminuir la temperatura general del ambiente.
Escapes de aire frío también pueden llegar a suceder. En ese caso el aire frío va hacia dentro del sistema de enfriamiento, junto con el aire caliente, en vez de estar direccionado hacia la entrada de aire del equipo de TI que es donde realmente es necesario. Un plan eléctrico bien hecho puede ayudar a resolver este problema.
Gran parte de las empresas entiende la necesidad de la disminución del consumo de energía eléctrica en sus servidores, pero la confiabilidad y dependencia del Data Center es tan grande, que prefieren pecar por el exceso que por la falta, manteniendo sus equipos conservados y protegidos. También pueden tener deseo de cambiar, pero no tienen estructura o inversión suficiente para hacerlo.
La reducción del desperdicio asociado a ese consumo es una cuestión de política pública, responsabilidad social por parte de las empresas y también una preocupación financiera que puede hacer la diferencia a la hora de hacer las cuentas de la compañía a fin de cada mes.
Otras formas de tener un Data Center energéticamente eficiente es tenerlo con equipos que consuman menos electricidad cuando trabajen y proveer al máximo la necesidad de enfriamiento a los equipos.
Estas son algunas de las acciones posibles que exigen esfuerzo del equipo que cuida del Data Center, sin contar el tiempo necesario para implementarlas. Tal vez el cambio de los servidores de la empresa a un espacio físico que reciba menos luz solar durante el día haga toda la diferencia.
Un ajuste de muebles que pueda bloquear el flujo de aire frío, ajuste de los interruptores y posicionamiento de las máquinas pueden ser otras opciones. Son acciones sencillas y que en este caso exigen poca inversión.
Fuente: Comstor