Un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell en Estados Unidos creó un pez robótico con un sistema vascular sintético que le permite mover partes de su estructura y almacenar energía, según publica la revista Nature.
Ese sistema hidráulico interno permite al robot nadar en el agua, a contracorriente, un diseño que busca que los futuros diseños de robots autónomos aumenten su eficiencia y su capacidad de conservar energía.
Para desarrollar su prototipo, Robert Shepherd y su grupo determinaron que los fluidos que se suelen utilizar como fuerza de transmisión en sistemas hidráulicos tienen también el potencial de almacenar la energía.
De tal forma, los investigadores crearon un sistema vascular con baterías de flujo interconectadas e integradas en un robot en forma de pez Pterois –una especie presente en los océanos Índico y Pacífico.
Gracias a un líquido electrolítico que circula a través de los conductos internos del robot, los sistemas electrónicos del aparato reciben la corriente necesaria para funcionar.
Al mismo tiempo, la circulación del líquido transmite movimiento a las aletas del pez, lo que le permite moverse en el agua.
El robot puede operar durante unas 36 horas y es capaz de nadar a una velocidad de 1.5 cuerpos por minuto a contracorriente, según los investigadores.