Un grupo de científicos mexicanos está aprovechando los videojuegos para la rehabilitación de daños neurológicos en pacientes que han sufrido una Enfermedad Vascular Cerebral (EVC) con el fin de que puedan recuperarse de una manera más intuitiva y divertida.
En uno de los laboratorios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) donde crean estos videojuegos que emulan a Súper Mario Bros. Esta vez, el tradicional joystick es reemplazado por sensores que capturan el movimiento de las manos y los brazos, mediante un ejercicio de repetición que contribuye a restaurar la conectividad de las neuronas.
El Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Aplicaciones Interactivas para la Neurorehabilitación, cuenta con distintos juegos: ‘Sandwich Manía’, ‘Charlie’s Scape’ (estilo Súper Mario Bros) y ‘Penal Madness’.
Ana María Escalante, coordinadora del laboratorio, detalla que la idea es ‘utilizar sensores de posición y movimiento para rastrear los movimientos de las personas y simular las terapias de rehabilitación que normalmente utilizan los terapeutas para tratar a pacientes con daños neurológicos’.
No obstante, este es un tratamiento complementario, que aporta novedades para ser más divertido. Por tanto, todavía no hay pruebas concluyentes para decir si potencia la terapia normal.
Aunque la idea del laboratorio es tratar de abordar distintos padecimientos neurológicos, por ahora únicamente están centrados en uno, la EVC.
Debido a que cada vez en México habrá más adultos mayores -el promedio de aparición de la enfermedad son los 73 años- la incidencia de la enfermedad será cada vez mayor.
La EVC afecta a la motricidad de las personas, normalmente a raíz de un bloqueo en el flujo sanguíneo que afecta a uno de los dos hemisferios del cerebro.
En el proceso de recuperación, el tiempo es clave y por ello los videojuegos juegan un papel esencial; una vez pasada la fase de riesgo, el paciente puede instalar el videojuego en su domicilio.
‘La idea de los videojuegos es que es algo que el paciente podría llevar a su casa y con esto estaríamos abordando dos problemas importantísimos en la recuperación, que son la oportunidad y la frecuencia’, explicó la científica.
En el juego ‘Sandwich Manía’, el usuario, a partir de un sensor llamado Leap Motion, tiene que mover el dedo de la mano que se le indica en pantalla para así poner un ingrediente u otro dentro del sandwich.
‘Charlie’s Scape’ también se basa en el movimiento de las manos, pero esta vez tienen que abrirse y cerrarse para que el intrépido Charlie -protagonista del juego- avance y brinque.
Por último, ‘Penal Madness’ se sirve de un sensor de captura de movimiento llamado Kinnect, comercialmente utilizado en las consolas Xbox de Microsoft.
Aquí el usuario se convierte en un portero de fútbol y mueve los brazos enteros hacia la dirección que se le indica en pantalla para detener los balones que buscan entrar en la portería.
Pero no solo el usuario se sirve de estos juegos, la figura del doctor sigue siendo fundamental al supervisar desde su interfaz de terapeuta los progresos del paciente.
Según Escalante, aunque todavía es un proyecto en desarrollo, aquí el videojuego ejerce de receta médica, una más que ahora tienen los doctores para que los pacientes mejoren.