El debate entre privacidad y seguridad abierto a raíz de los programas de espionaje estadounidenses tomó fuerza hoy en el Foro Económico Mundial (WEF) de Davos, donde se pidió una mayor transparencia y responsabilidad.
«El derecho a la privacidad debe ser una cuestión principal de nuestra época. La idea de que si no tienes nada que esconder no tienes nada que temer, no es un buen argumento. Es un derecho esencial y, esté donde esté, todo ciudadano tiene derecho al mismo», indicó el secretario general de Amnistía Internacional (AI), Salil Shetty.
La revelación de la vigilancia interna y extranjera mantenida por la Administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sacada a la luz por el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, fue el eje central desde el que se erigieron dos de los debates que tendrán lugar hasta el sábado en este enclave alpino.
«La falta de privacidad es una amenaza a la seguridad. La gente pierde la confianza en el Estado, lo cual es peligroso», indicó el presidente de la estadounidense «Palantir Technologies», Shyam Sankar, para quien es necesario regular cómo van a ser utilizados los datos recabados por empresas y gobiernos.
El consenso estuvo no tanto en el cese de la recolección de información, sino en las restricciones a su uso, porque según lo expresado, la NSA no puede ser totalmente transparente sin comprometer su efectividad.
«No creo que una privacidad completa sea conveniente, pero está bien que el debate se haya abierto», afirmó el presidente de la estadounidense AT&T, Randall Stephenson, en favor de un equilibrio entre ambos aspectos.
Los usuarios, según añadió Augi K. Fabela, presidente de la operadora de telecomunicaciones holandesa Vimpelcom, confían en las empresas en las que depositan sus datos, y en un momento en que «los gobiernos piden más de lo que necesitan, la solución está en un diálogo entre las partes implicadas».
El tema del panel, «The Big Brother Problem», dejó constancia de que solo porque se disponga de la tecnología necesaria para recabar información personal, según el senador demócrata estadounidense Patrick J. Leahy, «no significa que se deba», porque esa recopilación masiva no equivale a mayor protección general.
La responsabilidad, no obstante, recae no solo en manos de los gobiernos, sino también de los ciudadanos, a los que se les recordó que lo que publican o comparten en Internet no goza de una seguridad total.
Por su parte, el director ejecutivo de la telefónica británica BT, Gavin Patterson, apostó por «estar seguros de que Internet protege sus derechos», con una legislación adaptada a los nuevos usos.
«Le pediría transparencia a Obama. Cómo se van a utilizar esos datos, porque tenemos que ser capaces de recuperar la confianza con nuestros usuarios.(…) La gente no sabe cuánta información se está recogiendo y qué es de ella», concluyó en un panel sobre el nuevo contexto digital la consejera delegada de Yahoo, Marissa Mayer.
EFE