Los plazos de entrega de semiconductores se redujeron un día durante el mes de junio, una señal de alivio modesto, después de la escasez crónica que afectó a los fabricantes de automóviles y otras industrias durante más de un año.
Los plazos de entrega, una brecha observada de cerca, entre el momento en que se pide un semiconductor y el momento en que se entrega, promediaron 27 semanas el mes pasado, en comparación con las 27.1 semanas de mayo, según una investigación de Susquehanna Financial Group. La media también fue de 27 semanas en abril.
‘Hay algunas señales de que la inflación de la cadena de suministro está disminuyendo y los aumentos de precio se están desacelerando’, dijo Chris Rolland, analista de Susquehanna.
Algunas de las mayores caídas se produjeron en las unidades de microcontroladores, o MCU, así como en la gestión de energía y los chips de memoria.
Los cuellos de botella de los chips han afectado a empresas desde Toyota Motor hasta Apple, lo que les ha costado pérdidas por miles de millones de dólares en ingresos, porque no pueden obtener suficientes semiconductores para satisfacer la demanda de sus productos.
Analistas de Citibank pronosticaron esta semana que las ventas de semiconductores aumentarán un 13% para 2022, pero advirtieron sobre los riesgos debido a una desaceleración en las computadoras personales y los teléfonos inteligentes, junto con su proyección de recesión.
