El acuerdo de ambas compañías se convertirá en una poderosa fuerza capaz de presionar potencialmente sus rivales para que consoliden las cadenas de teatro y promuevan la tendencia de la industria de éxitos de taquilla y secuelas.
Disney va adquirir el estudio de Fox, canales de cable como FX y National Geographic, y activos internacionales.
El acuerdo está valorado en 52.4 mil millones de dólares, comentaron las compañías el jueves, y se completaría en 12 a 18 meses si los reguladores lo aprueban, según comentó Disney.
De esta manera “Disney se está convirtiendo en el Walmart de Hollywood: enorme y dominante”, dijo Barton Krockett, analistade medios deB. Relay FBR. “Esto va a tener una gran influencia a lo largo de la cadena de suministro”.
Por su parte, Comcast, que compró DreamWorks Animation el año pasado podría comprar otros estudio para mantenerse competitivo. Mientras tanto, los estudios independientes más pequeños podrían enfrentar más presión para vender.
Al ser más grandes, los estudios tendrían más contenido y propiedad intelectual, a la vez de que reduciría costos, ayudándoles a crear películas que dominen la taquilla de fin de semana, dijo Crckett.
El acuerdo Disney-Fox daría lugar a años de creciente concentración en la taquilla, y la mayoría de las ventas de entradas se destinarían a un número menor de películas. El año pasado, las 10 principales pre películas representaron el 34% del total, frente a un promedio histórico de alrededor de 28%, según Doug Creutz, analista de Cowen & Co.
La propiedad de Fox también ayudaría a la producción televisiva del Disney. Fox tiene uno de los estudios de televisión más grandes y una participación en Endemol Shine, creador del Reality Shows como “MasterChef” y “Deal or No Deal”. Una gran lista de programas de realidad popular que podría permitir a Disney licenciar shows en todo el mundo, una estrategia rentable para Warner Bross que ha utilizado con “The Bachelor”.
No se tiene duda del efecto dominó de la combinación Disney-Fox en Hollywood, que se verá atenuado por la reciente llegada de los gigantes de Silicón Valley. La fusión de Disney-Fox crearía un comprador menos para las ideas de películas y programas de televisión, y casi con certeza conduciría a recortes de empleos. De hecho, una semanas después de completar su adquisición de DreamWorks el año pasado, Comcast eliminó unos 200 puestos de trabajo. Las empresas tecnológicas como Netflix, Apple y Amazon, podrían llenar el vacío, comprando más guiones de televisión y películas, y algunas pérdidas de empleos en Disney Fox podrían absorberse por estos nuevos participantes.
Con información de Bloomberg