El mercado de wearables está pasando de ser un complemento de moda a un rastreador de la actividad física, que es donde los fabricantes pueden encontrar el verdadero nicho que cubra su rentabilidad.
Así lo entendió Apple, que lanzó recientemente al mercado su Apple Watch Nike+ aliándose con la marca de artículos deportivos Nike.
La firma de investigación IDC espera que con esta nueva estrategia Apple dispare las ventas de su reloj inteligente en la campaña de Navidad, especialmente en Estados Unidos, que es el principal mercado de Fitbit, su competencia.
Ante este escenario, Fitbit pronosticó que ingresará de 725 a 750 millones de dólares, frente a los 985 millones pronosticado por los analistas. Esta disminución de los ingresos y previsiones provocó la caída de sus acciones en un 28%.
Los meses de noviembre y diciembre son clave para Fitbit, que tradicionalmente se había colocado como uno de los regalos preferidos de Navidad, situación que va a cambiar con la llegada del Apple Watch.
Con la alianza con Nike espera fidelizar a los usuarios al máximo, ya que no sólo cuenta con aplicaciones propias o esferas de reloj orientadas al deporte, sino que incorpora el acceso a su red social, en la que se pueden compartir consejos y tiempos con otros corredores. De este modo, la interacción con el dispositivo es mucho mayor que con las actuales pulseras de Fitbit.
Con información de El Economista.es