¿Qué tan bien conocen los negocios a los empleados que entrarán a la fuerza laboral en la década siguiente? ¿Qué los influencia y les motiva? ¿Y qué es lo que definen como buena tecnología?
Los medios muestran que el apetito por conocimiento sobre la Generación Z está creciendo. Las personas quieren controlar a la generación post-milenio antes que adquieran relevancia, entendiendo sus preferencias culturales, hábitos de consumo y perspectivas en los mercados de trabajo y vivienda.
Sin embargo, para los negocios dependientes de la tecnología, la preocupación más urgente sobre la Generación Z es su relación con las tecnologías de la información y cómo esta impactará el lugar de trabajo.
Los futuros empleados de la Generación Z (aquéllos nacidos después de 1995) no solo serán usados para trabajar con tecnología diferente a aquella usada por la fuerza laboral actual, sino que también tendrán una relación completamente diferente con ella.
Por ejemplo, una investigación reciente sugiere que el 84% de la población de la Generación Z encuestada es multitareas, generalmente mientras miran videos en línea (para contexto, solo 2% de la población laboral de hoy en día hace lo mismo). Utilizan el móvil y las redes sociales por estándar, en vez de adoptar esas tecnologías por una tendencia o por necesidad. Y comparten información sensible a través de una serie de plataformas, sin pensarlo dos veces.
Para trabajar de forma eficiente con la Generación Z, los negocios enfrentan la tarea de equilibrar las dos cosas:
- Se deben crear condiciones en el lugar de trabajo para atraer a los mejores y más innovadores profesionales de negocios
- Se debe garantizar que las nuevas aplicaciones y dispositivos que forman parte de dichas condiciones no comprometan la seguridad de los datos. La clave para el negocio será encontrar una forma de servir a cada uno
Altas expectativas
La demanda de usuarios de tecnología no es necesariamente nueva. A medida que los dispositivos modernos, aplicaciones y software ingresan al espacio del consumidor, los empleados buscarán una funcionalidad similar a la que están acostumbrados a trabajar.
Pero la fuerza laboral contemporánea ha dado un paso al frente durante una era de desarrollo de redes sociales y videos en línea. Así que ven esas tecnologías como beneficios, en vez de verlas como expectativas.
Para la generación Z la imagen será bastante diferente. Las mentes más brillantes que nacieron después de 1995 querrán trabajar para empresas que sean capaces de usar tecnología moderna como estándar, y que alienten a un profesional al uso de tecnología que refleja la personal. Aunque esto no significa hacer que Snapchat sea una herramienta de comunicación empresarial, sino se refiere a identificar los beneficios de los medios sociales y usarlos para crear plataformas que permitan interacciones altamente personales y acceso a datos de respuesta inmediata.
Puede parecer simple descartar o dejar en segundo plano los deseos de tecnología de la Generación Z, pero el impacto de ese tipo de pensamiento puede ser altamente dañino, tanto en términos de productividad de negocios como de perfil corporativo. La infeliz verdad es que el negocio que no consiga acomodar las necesidades tecnológicas de esta nueva generación perderá su capacidad de retener los mejores talentos del 2020 y años venideros.
Alta seguridad
Incluso teniendo un buen entendimiento de la Generación Z, muchos negocios aún se preguntarán cuál es la prioridad más grande: ¿expectativas tecnológicas o seguridad? Especialmente porque las nuevas herramientas, con las que la Generación Z quiere trabajar, no poseen las medidas de seguridad adecuadas como estándar; y porque este nuevo grupo de empleados está acostumbrado a encontrar soluciones alternativas a problemas tecnológicos, usando tutoriales y conocimiento colectivo, lo cual puede constituir un riesgo de TI significante.
Las compañías que operan en industrias con uso crítico de información no pueden ser vulnerables. Los hackeos de datos en empresas de transporte que retienen datos de pasaportes, o empresas farmacéuticas con registros médicos, pueden perjudicar a esos negocios de forma importante, causando un daño que puede durar años. De igual forma, los ataques DDoS (Distributed Denial of Service, por sus siglas en inglés) pueden hacer que los servicios de minoristas colapsen por días.
Desafortunadamente, es poco probable que los intentos de ataques disminuyan en el futuro. Y, al mismo tiempo, el ingreso de la Generación Z al lugar de trabajo se acerca cada vez más. Así que, tal vez, la respuesta a aquella gran pregunta sobre ‘¿expectativas vs. seguridad?’ no es ni una ni la otra, sino ambas.
La prioridad para el negocio no será resistir al cambio, sino encontrar maneras para innovar de forma segura. El truco será brindar sistemas que no requieran que la Generación Z se conforme con una relación extraña y anticuada con la tecnología, sino que los nuevos sistemas mantengan al mismo tiempo la seguridad personal y del negocio.
Este enfoque solo será posible a través del diseño o compra de tecnología que tenga incorporados los deseos y hábitos de la Generación Z, junto a defensas robustas contra ataques hackers. Naturalmente, esto requerirá una inversión. Pero esa inversión eventualmente se pagará sola a través de garantizar una mejor protección contra ciberamenazas, y la capacidad de atraer empleados de la Generación Z a medida que entran al lugar de trabajo.
El hecho es que los negocios necesitan estar preparados para el futuro de la fuerza laboral emergente. Además, sus sistemas de seguridad necesitan mantener a todos, y a todo, a salvo en un cibermundo cada vez más incierto.
Los mejores sistemas de seguridad pueden ser creados para trabajar con herramientas nuevas y listas para el futuro a la vez que mantienen los datos seguros.
Por Sandro Lindner, VP de Ventas y Desarrollo de Negocios para el Sector Comercial de Unisys para Europa, Medio Oriente y África