El frenesí de las acciones de las empresas de inteligencia artificial este año ha encubierto las grietas en el mercado de semiconductores.
Más allá del entusiasmo por firmas como Nvidia y AMD, el panorama para los inversionistas es mixto.
Las recientes ganancias señalan una disminución en los mercados de chips industriales y de redes, mientras algunos en Wall Street se preparan para el impacto de una posible desaceleración económica en los chips para automóviles.
Por otro lado, los componentes de los teléfonos inteligentes y las computadoras personales parecen estar encaminados hacia la recuperación, según indican Samsung Electronics e Intel.
Aunque Broadcom fabrica equipos de redes y algunos chips personalizados que han desempeñado un papel crucial en el aumento masivo de la inversión en infraestructuras de inteligencia artificial, la empresa cuenta con un amplio conjunto de productos destinados a la automoción, equipos industriales, centros de datos y teléfonos inteligentes.
Los vaivenes entre auge y caída no son ajenos a la industria. Los fabricantes de chips han fallado consistentemente en sincronizar las introducciones planificadas a largo plazo de nuevas ofertas con las oscilaciones de la demanda a corto plazo, creando a menudo círculos viciosos.
Según Thomas Martin, gerente senior de la cartera de Gobalt Investments, los sistemas construidos alrededor de procesadores de Nvidia necesitarán memoria y numerosos otros chips para respaldarlos, pero esto no los hará inmunes a la próxima crisis.