El 65% de los niños que hoy entran a cursar preescolar, eventualmente terminarán en algún tipo de trabajo que hoy no existe. Por ello, las instituciones educativas deben buscar herramientas para preparar a los estudiantes que ocuparán dichos empleos.
Se estima que un 50% de los trabajos en Estados Unidos están en riesgo de ser tomados por computadoras dentro de las próximas dos décadas, sumando casi 15 trillones de dólares en sueldos.
Por ello, los colegios y universidades deben repensar sus propias estructuras operacionales para innovar, atraer, retener estudiantes y prepararlos suficientemente para el trabajo futuro.
De acuerdo con un reporte en 2018 realizado en Estados Unidos por Babson Survey Research Group, la inscripción a cursos de aprendizaje online se incrementó por 14vo año consecutivo, con un 31.6% de todos los estudiantes que toman por lo menos un curso de este tipo.
Por otra parte, una reciente encuesta aplicada a los 200 más altos líderes en educación, encontró que si las instituciones no tienen ya alguna iniciativa conducida por analítica (el 61% la tiene), están planeándola o ya están implementando alguna.
Los sistemas de los estudiantes y los sistemas de administración del aprendizaje son la principal fuente de captura de datos e incorporan tableros analíticos utilizados por estudiantes, instructores, consultores, y staff administrativo.
En el mundo del aprendizaje online, facilitado por la tecnología, el cambio de espacio y tiempo, altera por completo la dinámica entre el docente y el alumno. Los pizarrones y proyectores son remplazados por sistemas de administración del aprendizaje (LMS).
El 60% de los líderes de negocio en educación digital dicen que la tecnología, incluyendo dispositivos electrónicos personales como tablets y smartphones, ha cambiado fundamentalmente la forma en que los estudiantes aprenden y los instructores enseñan.
‘Ciertamente, la tecnología en el salón de clase va a jugar un rol significativo y creciente en la educación superior del mañana. Sin embargo, de acuerdo con los expertos, la innovación exitosa debe suceder también en una escala macro’, afirma Mario Sánchez, director de Latinoamérica de D2L.
‘La innovación se trata de big data, analíticas predictivas, nuevos diseños de campus, salones de clase, así como de nuevas formas y estilos de educación en sitio y en línea, agrega el especialista.
En 2017, una investigación conducida por EDUCAUSE identificó el Salón de Aprendizaje Activo (ALC por sus siglas en inglés, Active Learning Classroom) como la mejor estrategia tecnológica. Junto con espacios creativos, los diseños ALC promueven el trabajo de cursos que ayudan a los estudiantes a descubrir, inventar, resolver problemas, y crear conocimiento.
Desde espacios creativos hasta bancas colaborativas, proyecciones con hologramas 3D, paredes para escribir y superficies de trabajo, hay una extensa gama de opciones y tecnologías disponibles para instituciones de educación superior que busquen rediseñar la forma en que ocurre el aprendizaje en el campus. Un buen diseño de salón de clases mejora el desempeño académico hasta un 25% en un año escolar.