CANCÚN.- En el proceso de digitalización que están atravesando los países, y especialmente en América Latina, existen factores que están afectando en particular a la región, como los cambios de gobierno y el impacto de las monedas locales respecto al dólar.
En opinión de Jordi Botifoll, vicepresidente para Cisco Américas, el mapa de digitalización de un país tiene tres pilares, en donde el gobierno debe redefinir sus procesos de servicio al ciudadano para ser más eficiente y aportar más valor.
‘El gobierno debe ser el primer líder en la digitalización de un país‘, asegura Botifoll, y agrega que ‘la digitalización de un país se determina por su capacidad de generar riqueza, negocios y un modelo social más justo‘.
El segundo pilar en este viaje hacia la digitalización de un país está determinado por la competitividad nacional y su capacidad para digitalizar la industria, sobre todo en aquellos países con capacidad exportadora, como es el caso de México.
‘Y las nuevas tecnologías son fundamentales para ser todavía más competitivos e impactar en el Producto Interno Bruto (PIB)’, agrega el directivo.
Otro de los pilares que complementan el proceso de digitalización tiene que ver con el desarrollo de innovación y la creación de nuevas industrias, como el software y la ciberseguridad.
La magnitud de las ciudades en América significa un reto para fomentar la innovación y generar nuevos modelos de negocio y empleos en las ciudades, por ello, apostar por modelos automatizados se traducirán grandes ahorros. Por ejemplo, un modelo de smart lighting puede generar ahorros de hasta un 30% en energía.
La inclusión social es el último pilar en el proceso de digitalización, que implica la creación de un entorno diverso, más creativo y productivo. Las organizaciones deben aumentar la diversidad para que los empleados se adapten a las circunstancias, la educación, la sanidad y la seguridad.
‘La digitalización es un tren que no se puede parar’, afirma Botifoll, en el marco del evento Cisco Live, que se realiza esta semana en Cancún.
Ante el reto de conectividad que atraviesa América Latina, los gobiernos y organizaciones deben apostar por la infraestructura y generar ecosistemas dentro de un círculo virtuoso, de forma tal que se impulsen proyectos que hagan crecer dicho ecosistema y se exporte el conocimiento, mismo que se traducirá en ingresos para el país de origen.
‘La conectividad e infraestructura básica son esenciales para que un país avance en la digitalización. Cualquier modelo y regulación debe potenciar la conectividad y motivar a esa industria para fomentar las inversiones. Todo debe tener un impacto económico y social positivo’, concluye Botifoll.
Apuesta por la juventud
América Latina tiene uno de los porcentajes más altos de jóvenes en el mundo y es un activo fundamental, por ello se necesitan herramientas que les permitan formarse e intregrarse al proceso productivo.
De ahí, surgen iniciativas como la Cisco Networking Academy, que a la fecha a generado más de 2.5 millones de jóvenes certificados, de los cuales un 95% que ha conseguido un empleo.
En la Networking Academy, los estudiantes aprenden sobre diversos temas, como: Redes, Seguridad y Ciberseguridad, IoT, Programación, Linux y TI y en general, a través de experiencias prácticas que contribuyen a la resolución de problemas y con experiencias del mundo real.
Según datos de Gartner, América Latina es una región con grandes oportunidades para los empleos en la economía digital. Para 2021 se estima que se crearán 770,000 nuevos trabajos digitales.