RoCycle es un robot capaz de dotar de tacto a las máquinas con pinzas sensibles que detectan de qué material está hecho un producto, para poder reciclarlo.
Normalmente, el reciclaje necesita una gran cantidad de mano de obra en las plantas para separar los materiales que pueden tratarse y los que no. Ahora, la robótica puede sustituir a estos trabajadores dotando de tacto a las máquinas.
El Laboratorio de Ciencia Computacional e Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), desarrolló un robot que termina en unas pinzas flexibles que son capaces de identificar de qué material está hecho un producto en función de la presión que se necesita aplicar para sostenerlo.
La pinza robótica está integrada por una serie de sensores de formación y presión que son los que reconocen y miden la intensidad que se aplica en cada elemento.
Esta pinza flexible está colocada en un brazo robótico que la mueve hacia una serie de contenedores en los que se elige cada uno de los productos, en función de la composición de los materiales.
Más allá del material, el robot es capaz de identificar el tamaño de los objetos y clasificar los materiales con un 85% de precisión. Este clasificador trabaja sobre una variedad de objetos, incluyendo aquellos que engañarían a un sistema robótico dotado únicamente de visión para identificar productos.
Por ahora, el robot se encuentra en fase de desarrollo y todavía queda un largo camino para llegar a que pueda desembarcar en la industria.