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Empresas tecnológicas se resisten al ‘derecho a reparar’

Después de una larga resistencia a los llamados de los grupos de campaña por un 'derecho a reparar' los dispositivos, algunas grandes fabricantes están comenzando a cambiar su rumbo

Obsolescencia programada

Históricamente, los consumidores han tratado de mantener sus equipos, reparándolos o reemplazando algunas piezas. Hoy en día, está claro que muchos productos están diseñados para que no se puedan reparar.

Los fabricantes utilizan tornillos no estándar, dispositivos de sellado con pegamento o soldaduras innecesarias, lo que hace que sea prácticamente imposible reemplazar componentes.

Ello, además de la creciente complejidad de los dispositivos que requieren de tecnología, herramientas y manuales detallados, que hacen casi imposible repararlos. Incluso las actualizaciones del software se ejecutan para perjudicar deliberadamente el rendimiento del producto con el tiempo.

 

Las quejas sobre Apple

Apple dice que las piezas no verificadas pueden provocar un rendimiento deficiente y problemas de seguridad graves, sin embargo, ha hecho algunas concesiones en los últimos años. Los activistas dicen que las piezas y las herramientas que Apple ofrece a los clientes pueden ser tan caras, que aún es más barato reemplazar el teléfono por completo.

 

Otras industrias

Deere & Co., tradicionalmente permitía que nadie más que sus propios técnicos tocaran la electrónica de sus famosos tractores verdes y amarillos. Algunos agricultores recurrieron a comprar uno de los más antiguos componentes simples que aún podían reparar.

En enero, la empresa acordó darles acceso al código de diagnóstico, manuales y guías de productos, sin embargo no estaba claro si Deere compartiría toda la información que los agricultores necesitan para reparar la maquinaria sin involucrar un taller de reparación aprobado.

 

¿Que está en juego?

Los productos electrónicos desechados generaron un aproximadamente 53.6 millones de toneladas de desechos en 2019, y solo el 17% de eso se recicló correctamente. La basura contiene metales pesados y compuestos que incluyen arsénico.

A medida que más personas compran teléfonos celulares y otros dispositivos, las emisiones de su producción se multiplican.

Los autores de un estudio señalaron que en los 50 años anteriores, el consumo de dispositivos electrónicos se multiplicó por seis, aunque la población mundial solo se duplicó.

 

¿Cómo se resisten las grandes empresas tecnológicas?

Empresas como Apple, Google, Microsoft y Tesla han gastado mucho en cabilderos para argumentar que las leyes de derecho a reparación expondrían secretos de la industria, darían acceso a terceros a información confidencial y pondrían en riesgo la seguridad de los consumidores.

Los críticos dicen que la industria se opone a un mercado libre de reparaciones, porque reduciría los precios de este trabajo y alentaría a más personas reparar sus positivos, lo que afectaría en las ventas de otros nuevos

 

¿Qué hacen los gobiernos?

Las leyes promulgadas por la Unión Europea y el Reino Unido están obligando a los fabricantes de lavadoras, lavavajillas, refrigeradores y televisores a garantizar que las piezas sean reemplazadas con herramientas comunes, que los consumidores pueden hacer fácilmente.

La UE está analizando la regulación de teléfonos móviles, tablets y computadoras. En Francia, los fabricantes deben proporcionar una ‘puntuación de reparabilidad’ para algunos dispositivos electrónicos.

Apple, por ejemplo, le dio a su iPhone 12 Pro Max, lanzado a fines del 2020, un seis en la escala de cero a 10.

El presidente de EU Joe Biden pidió a los funcionarios federales en 2021 que introdujeran medidas que limiten a los fabricantes de prohibir las reparaciones propias o de terceros. Varios estados de ese país consideraron proyectos de ley sobre el derecho a la reparación desde entonces, pero muchos fueron rechazados o desestimados, según grupos de consumidores.

Nueva York se convirtió en el primer estado de EU en aprobar un proyecto de ley en diciembre. Los activistas dijeron que fue destruido por enmiendas que significaban que aún sería imposible realizar reparaciones independientes rentables.

 

¿Alguna de las nuevas medidas está marcando una diferencia?

Los defensores de los derechos del consumidor ya están expresando su frustración, porque algunas de las nuevas reglas solo benefician a los reparadores profesionales, ya que no garantizan el derecho a reparar para los consumidores y las organizaciones sin fines de lucro.

Además, las legislación a menudo se centra en los componentes físicos, no en el software. Reemplazar una pieza defectuosa puede no ser útil si el dispositivo también necesita una actualización de software.

La práctica común entre los fabricantes es vender módulos completos de piezas, en lugar del componente único que necesita ser reemplazado, lo que puede hacer que las reparaciones no sean económicas. Por ejemplo, un consumidor que busca reemplazar los cojinetes del tambor de una lavadora puede tener que reemplazar el tambor completo, lo que hace que la reparación sea casi tan costosa como una máquina nueva.