Los entornos de TI se volverán cada vez más distribuidos y diversos a medida que el Internet de las Cosas (IoT) se popularice. El reto será ayudar a que las empresas superen los desafíos de interconexión para ser más competitivas en este nuevo mundo. Entonces, el Internet de las Cosas se refiere a la capacidad de tener todo interconectado para operar con los datos generados por las cosas, no solamente por las personas.
Entonces en el Internet de las Cosas, ¿qué es una Cosa? Puede ser desde una persona con un implante para monitorización cardíaca, un animal de granja con un biochip, un automóvil con sensores incorporados para alertar al conductor cuando la presión de sus neumáticos está baja, es decir, cualquier persona, proceso, dato u objeto al que se pueda asignar una dirección IP y cuente con la capacidad de transferir datos a través de una red construida por el ser humano.
El aumento progresivo de direcciones IPv6 en un factor importante en el desarrollo de el Internet de las Cosas. La posibilidad de ampliar las direcciones IP significará que podremos asignar una dirección IPv6 a cada átomo en la superficie de la Tierra, y aun así tendremos suficientes direcciones para otras 100 Tierras más. Aunque cueste asimilarlo, esto quiere decir que los seres humanos podremos asignar una dirección IP a cada ‘cosa’ de este planeta.
A medida que maduran estas tecnologías y mientras se resuelven los problemas legales o de competencia, creemos que este también es un buen momento para la reflexión y la acción: un mundo inminentemente interconectado va a exigir un ciudadano muy competente en nuevas tecnologías y ejecutivos con una mente estructurada y capaz de sopesar el impacto y las oportunidades que puedan surgir con el Internet de las Cosas, para lo cual deben empezar por adaptar su organización TI para la gestión de la información, el análisis, automatización y control de la misma. Por ejemplo, el área de operaciones de Logística se verá particularmente afectada por el Internet de las Cosas. La puesta en circulación de mercancías inteligentes conlleva una transformación de todo el modelo de negocio desde el diseño, marketing, comercialización y distribución de productos.
Los nuevos suscriptores de estas redes no tendrán un nombre o un apellido, sino que simplemente serán identificados por su IMEI o por el de su tarjeta SIM. Además, estas redes estarán ocupadas con un tráfico constante, no sujeto a pautas horarias, ni a días de calendario como el de fin de año, sino que proporcionarán una ocupación del espectro constante y predecible. Cada dispositivo o suscripción aportará un ingreso por usuario bajo, pero multiplicado por un consumo constante y por cientos o miles de millones de dispositivos, romperán los paradigmas de mercado actuales.
El Internet de las Cosas o Internet de ‘cualquier cosa’ es parte de la revolución digital y de la transformación hacia una sociedad tecnológicamente avanzada.
Por Arturo Campos Fentanes, Director General de Sisoft de México.