Ericsson reportó un beneficio neto de 400 millones de coronas (35 millones de euros) en 2024, frente a las pérdidas de 26,100 millones de coronas (2,276 millones de euros) registradas en 2023.
El año anterior estuvo marcado por la depreciación de Vonage, adquirida en 2021, una caída en los ingresos y cargos por reestructuración, lo que afectó negativamente los resultados.
Las ventas netas disminuyeron un 5% interanual, alcanzando los 247,900 millones de coronas suecas (21,618 millones de euros).
El beneficio neto de explotación (EBIT) pasó de una pérdida de 20,300 millones (1,770 millones de euros) a una ganancia de 4,300 millones (375 millones de euros).
Durante el cuarto trimestre, la multinacional de telecomunicaciones sueca obtuvo un beneficio neto de 4,900 millones de coronas (427 millones de euros), lo que representó un aumento del 43%, impulsado por el crecimiento en los mercados de América y Europa.
Las ventas netas crecieron un 1% interanual, alcanzando los 4,900 millones (427 millones de euros), mientras que el EBIT aumentó un 36%, llegando a 8,000 millones de coronas (698 millones de euros).
‘El cuarto trimestre marca un cierre positivo para 2024. Avanzamos conforme a nuestro plan estratégico y logramos generar un flujo de caja sólido’, afirmó el CEO de Ericsson, Börje Ekholm.
