El Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano (NIS) espera que en 2023 Corea del Norte intensifique sus ataques informáticos, tanto a nivel global como aquellos que afectan a intereses surcoreanos, con especial énfasis en la obtención de datos sobre tecnologías avanzadas.
El NIS considera que habrá tres áreas tecnológicas en las que el país asiático debería extremar la precaución ante los posibles ciberataques del país vecino; aquellas ligadas a los chips, a la industria nuclear y a la de defensa, según fuentes del espionaje surcoreano citadas por medios locales.
El año próximo es el tercer año dentro del plan quinquenal de desarrollo económico aprobado en el congreso del partido único celebrado en enero de 2021 y por ello el NIS sospecha que el robo de datos relacionados con tecnologías clave, así como la obtención de información sobre planes diplomáticos por parte de Seúl y Washington, van a copar especial protagonismo.
El servicio secreto surcoreano considera además que Pionyang incrementará el número de ataques cibernéticos relacionados con divisas electrónicas de cara a financiar sus programas de armas de destrucción masiva.
El organismo estima que desde 2017 el régimen ha robado criptomonedas por valor de unos 1.5 billones de wones (unos 1,170 millones de dólares), y más de la mitad de ese monto, unos 800,000 millones (626 millones de dólares), la ha hurtado este año.
El NIS recordó además que el régimen de Kim Jong-un aumentó el número de ciberataques justo después de cada una de sus pruebas nucleares como protesta por las sanciones impuestas por la comunidad internacional.
Los satélites han mostrado que Corea del Norte lleva meses preparada para realizar la que sería su séptima prueba atómica.