El Tribunal Supremo de Estados Unidos aprobó hoy que los estados del país puedan cobrar impuestos a empresas que vendan bienes en internet aunque no tengan presencia física en ese territorio.
Con cinco votos a favor y cuatro en contra quedó establecida la nueva ley, que parte de una regulación establecida por el estado de Dakota del Sur en la que se establecían impuestos para las compañías que, aun sin tener presencia física, vendieran en ese territorio un monto superior a 100,000 dólares en bienes.
El fallo supone un giro al mercado de comercio electrónico a nivel nacional, que se había beneficiado de los resquicios de unas regulaciones inspiradas en la venta tradicional de bienes.
Tras el anuncio, las acciones de Amazon, el gigante del comercio electrónico, caían más de 1% en los mercados financieros de Nueva York.