El boom de los chatbots ha puesto a competir a gigantes de Estados Unidos y China en el sector de la inteligencia artificial (IA), que ha cobrado un nuevo auge con la irrupción de ChatGPT.
Ambas naciones lideran las inversiones de capital riesgo en IA en los países de la OCDE: más de 120,000 millones de dólares se destinaron en 2022, de los cuales 55,000 millones provinieron de Estados Unidos y 20,000 de China.
En tercer lugar se situó la Unión Europea, con 12,000 millones de dólares, según datos del observatorio de IA de la OCDE.
Las compañías de este sector se han sumergido de lleno en los ChatGPT, en una carrera en la que recientemente se han incorporado las chinas Alibabá y Baidu, así como las estadounidenses Alphabet y Microsoft.
ChatGPT usa un tipo de algoritmo (Generative Pre-trained Transformer) que, entrenado sobre 300,000 millones de palabras y 570 GB (Gigabytes) de registros de datos, permite generar respuestas en un chat, devolver búsquedas de información a viva voz, y un sinfín de aplicaciones de altísimo impacto, según Alberto Palomo, jefe de la oficina de datos (Chief Data Officer) para España.
‘La materia prima de estos algoritmos o robots chats está en los datos y es una aplicación clara de cómo sacar valor a los mismos’, añadió.
Millones y millones de usuarios ya se han dado de alta en ChatGPT, un chat conversacional que irrumpió a finales de noviembre y que utiliza un lenguaje natural altamente avanzado hasta el punto de conllevar a que debamos empezar a repensar el modelo de trabajo del futuro.
Este potencial puede impactar en servicios como el de la atención al cliente o de gestión de los datos, de acuerdo con Daniel Palacios, consultor de innovación de Softtek, empresa mexicana dedicada al desarrollo de software.
OpenAI es la compañía creadora de ChatGPT, en la que Microsoft invirtió en julio 1,000 millones de euros, a los que quiere sumar otros 10,000 millones anunciados recientemente. Esta misma semana esta compañía informó que su buscador Bing contará con una versión que usa la IA del ChatGPT.
Google, por su parte, lanzó algo similar, Bard; por su parte, Baidu (el Google chino) prevé hacer lo propio en marzo con Ernie Bot, mientras que el principal rival de esta última en el sector de los motores de búsqueda, la compañía 360, sacará una aplicación de este tipo lo antes posible.
Según los datos de IDC, la inversión en IA en 2022 ascendió a 127,472 millones de euros, un 27.9% más que el año pasado, y se prevé un crecimiento de medio anual de un 26% en los próximos tres años.
En 2023 las tendencias en IA apuntan a un desarrollo más importante todavía, hasta el punto de que se espera una nueva versión de GPT, GPT-4, que sería hasta 500 veces más potente y en el que el foco se pondrá en la generación de modelos de lenguaje natural sumados a la generación de video y humanos, según fuentes de Wehumans, compañía española especializada en el desarrollo de humanos digitales entrenados con IA.