La Unión Europea (UE) destinará 1,000 millones de euros para crear una infraestructura conjunta de supercomputadoras que gestionarán macrodatos con fondos comunitarios y recursos de los Estados miembros, según acordó el Consejo de la UE, a propuesta de la Comisión Europea (CE).
‘Los datos son la nueva materia prima de nuestra economía digital. Necesitamos supercomputadoras para procesarlos, para desarrollar inteligencia artificial y encontrar soluciones a cuestiones complejas en áreas como sanidad y seguridad’, dijo el vicepresidente de la CE encargado del Mercado Único Digital, Andrus Ansip.
El Consejo aprobó la propuesta del Ejecutivo comunitario a través de un reglamento por el que se creará la empresa conjunta de informática de alto rendimiento europea EuroHPC, una asociación entre el sector público y privado que proporcionará un marco jurídico, contractual y organizativo a sus miembros para apoyar la adquisición e interconexión de supercomputadoras.
El objetivo será construir una red europea de supercomputadoras y datos, apoyar la investigación e innovación y estimular la industria tecnológica, además de ofrecer estos recursos computacionales al mayor número posible de usuarios públicos y privados en todas las áreas.
Para ello, la empresa contará con un presupuesto de 1,000 millones de euros (1,169 millones de dólares), de los cuales cerca de la mitad procederán de fondos comunitarios, con cargo a los proyectos de investigación Horizonte 2020 y Programa Marco de Investigación e Innovación, y al Mecanismo Conectar Europa.
El resto de la dotación financiera hasta completar esos 1,000 millones provendrá de los Estado miembros participantes, agregó la Comisión.
A esa dotación económica se sumarán otros recursos valorados en cerca de 400 millones provenientes del sector privado de forma que la inversión total que el Ejecutivo comunitario espera que la UE destine a esa red rondará los 1,400 millones de euros.
El primer paso será la adquisición de dos supercomputadoras de entre los cinco mejores en el mercado, así como de al menos otros dos en el top 25, que estarán interconectados con los supercomputadoras nacionales existentes y darán servicio a ‘más de 800 áreas de aplicación científica e industrial’.
En EuroHPC, que prevé desplegar esa red entre 2019 y 2026 y tendrá sede en Luxemburgo, participarán tanto la UE como sus Estados miembros suscritos a título individual, terceros países asociados al programa Horizonte 2020 y asociaciones privadas.
Según la Comisión, EuroHPC establecerá una estructura de financiación que reunirá los recursos de 25 países europeos que de momento participan en el proyecto, entre ellos España y el resto de Estados miembros de la UE salvo Reino Unido, Suecia, Malta y Chipre, a los que se suma Noruega, perteneciente al Espacio Económico Europeo (EEE).
Desde el Consejo esperan que la iniciativa entre en funcionamiento a principios de 2019 de cara a que la UE cuente con una red de ‘supercomputadoras de prexaescala y petaescala como máximo en 2020’, y así desarrollar las tecnologías necesarias ‘para alcanzar la capacidad de exaescala (que permite al menos 10 elevado a 18 cálculos por segundo) en torno a 2022 o 2023’.