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El negocio de los datos es mucho más rentable de lo que un usuario poco informado pueda pensar. Un dato aislado no vale nada; los datos que un usuario genera al utilizar todos estos servicios no tienen precio. Su cruce permite saber qué busca, cuándo y desde dónde se conecta, con quién habla y de qué, y hasta dónde pasará las vacaciones.
En el caso de las redes sociales, se dio a conocer que las aplicaciones para móviles permitían a los servicios de Twitter, Foursquare, Instagram, Foodspotting, Yelp, y más recientemente Path, copiar toda la agenda de contactos de los usuarios y almacenarla en sus servidores a la hora de oprimir el botón ‘buscar amigos’.
Sin embargo, Path reconoció su error y explicó que la copia se produce cuando el usuario utiliza la opción en sus teléfonos móviles, capturando información de otras personas sin pedir autorización, y logrando que los datos queden almacenados en sus móviles por un periodo que puede llegar hasta los 18 meses.
Debemos estar conscientes de que el uso de nuestra información privada es susceptible a ser utilizada por las grandes compañías de publicidad para atender segmentos más específicos de potenciales consumidores.
Por ello, si queremos proteger nuestra privacidad la recomendación primaria es simplemente tratar de publicar lo menos posible sobre nosotros en internet.
Al respecto, Andrés Varcárcel, directivo de la compañía de seguridad ESET, dijo: “Se ha vuelto un negocio violar la privacidad de los usuarios y las computadoras de empresas, lo mismo que las redes sociales, y son tantas en las que uno se mete, que la gente termina perdiendo el control de todos los datos que están circulando”.
Varcárcel agregó que los términos y condiciones de privacidad son otro tema delicado. “La mayoría tenemos la costumbre de decir ‘acepto’ a los contratos de los sitios sin leer muchas veces a lo que nos condicionan, y casi siempre ahí está implícito que la información que ingresamos termina siendo propiedad de las páginas en donde compartimos la información”.
La nueva política de Google
Por su parte, la compañía estadounidense Google, que hasta hace poco almacenaba en bases de datos distintas la información de sus usuarios en función de los servicios que utilizaba, decidió unificar todos estos datos.
Ante a las nuevas medidas de los diferentes países para incrementar la protección de los derechos de los ciudadanos, el gigante tecnológico cambió su política de privacidad de datos, con lo cual el usuario estará más vigilado.
La multinacional aclaró en su blog oficial que el propósito es sustituir sus más de 70 documentos sobre privacidad por uno solo que funcione de forma unificada para todas sus herramientas. “En diferentes países, como en Europa, nos pidieron simplificar las políticas de privacidad y unificarlas. Google tenía 70 políticas de privacidad diferentes y se unificaron 60. El revuelo surge porque muy poca gente se tomó el tiempo de leer las políticas de privacidad y desconocen que hay una serie de servicios de Google en los que puedes utilizar una búsqueda completamente anónima”, comentó Alberto Arébalos, Director de Comunicación para Google América Latina.
El buscador también insiste en que esta nueva política permitirá conocer más fácilmente cómo recoge y utiliza la información de sus usuarios. “Volvimos a redactar las condiciones de servicio (las que se aceptan cuando se usan sus productos) para que sean más fáciles de leer, y se redujo su número total de forma que la mayoría de los productos estén cubiertos por las nuevas condiciones de servicios globales», aclaró la firma.
Arébalos hizo las siguientes recomendaciones para cuidar nuestros datos personales en la red:
- Es importante tener la información de con quien interactuamos, ya que no es lo mismo entrar a la página del banco que proporcionarle los datos a cualquiera que nos los pide. Hay muchas estafas en internet, por lo que debemos estar atentos. “No des datos de ningún tipo, ni cuentas de banco, direcciones o número de documentos de identidad a nadie que te los pida por mail o que no sea un sitio del que estés seguro y que tengas pruebas. Así que hay que tener una saludable dosis de desconfianza”.
- Debemos leer las políticas de privacidad antes de aceptar un servicio, o de abrir una cuenta en Facebook, Twitter, Gmail y Windows Live, entre otros, “ya que ninguna empresa, por más buena voluntad que tenga te va a hacer el trabajo”.
- Es necesario utilizar siempre navegadores que estén actualizados. “Hay que explicarle a la gente que en tecnología existe una carrera donde ningún producto de software es 100% seguro, a prueba de balas, y hay mucha gente mala que se dedica a buscar las vulnerabilidades y, por supuesto, también personas buenas que trabajan en eso.” Debemos estar atentos, es decir, cuando el dispositivo muestre que existen 57 actualizaciones pendientes, hay que atenderlas de inmediato, pues son maneras de protegerse de ataques e infiltraciones.
- Por otro lado, debemos contar siempre con un antivirus y antitroyano, ya que intrusos pueden tomar datos de una computadora y dárselos a terceros. Es así como se da el mayor robo de información, a través de software instalado sin que nos demos cuenta, por la vulnerabilidad que tienen los navegadores o porque ingresamos a un sitio por error.
Arébalos dejó en claro que quienes pretenden dañar o robar no son las empresas como Google, Microsoft, Apple o Facebook, sino individuos y organizaciones.
Si bien no existe la privacidad total en internet, es importante minimizar el riesgo de que la información que compartimos en la red sea robada o utilizada con fines delictivos; por ello, las empresas de seguridad consideran fundamental que se eduque sobre el uso responsable de la web, de las redes sociales y del valor de la privacidad propia y de otras personas.