Dentro de sus ‘productos imposibles’, Facebook trabaja en un proyecto para que las palabras concebidas en el cerebro se conviertan en texto.
Un grupo de 60 expertos reclutados por Facebook trabaja en dichos productos que podrían cambiar el rumbo de la empresa y la manera en que se comunican las personas.
El objetivo de este equipo es desarrollar productos que puedan definir nuevas categorías a través de la realidad aumentada, la realidad virtual, la inteligencia artificial y la conectividad.
‘Trabajamos muy rápido, con plazos cortos y estrictos’, dice la compañía en la página de empleo de Building 8. ‘Establecemos y desarrollamos acuerdos con universidades, pequeñas y grandes empresas, fijamos objetivos claros para transformar nuestros progresos en productos que puedan ser distribuidos a gran escala’.
Los expertos proceden de compañías como Apple, Google o Motorola. Regina Dougan, líder del equipo, es exdirectora de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa, y fue responsable del grupo de Tecnología Avanzada de Proyectos en Google.
Dougan reveló, tras un año de silencio, algunos de sus proyectos más avanzados: una interfaz de comunicación que solo usa el cerebro y un dispositivo que permite escuchar a través de la piel.
Building 8, un proyecto denominado ‘interfaces de diálogos silenciosos’, demostrará la posibilidad de escribir 100 palabras por minuto en el cerebro al traducir la actividad neuronal dedicada al lenguaje en bytes que pueda interpretar una computadora personal o un teléfono inteligente, según Facebook.
Esta solución no sólo permite escribir cinco veces más rápido en promedio que con los dedos, sino no que además, facilita el uso de interfaces a las personas que sufren algún tipo de parálisis o impedimiento.
En este proyecto no se requerirá la implantación de electrodos en el cerebro, ya que las señales serán transferidas a través de dispositivos wearables.
Dougan precisa que el dispositivo sólo transforma en palabras lo que la persona ha decidido escribir: ‘al igual que tomas muchas fotos y sólo compartes unas pocas, piensas muchas ideas y sólo comunicas algunas; Son estas palabras, que has decidido enviar a través de las partes del cerebro que controlan el lenguaje, las que pretendemos convertir en texto’.
Building 8 funciona también en un dispositivo que permite a las personas escuchar a través de su piel. Son prototipos que imitan el funcionamiento del canal auditivo, es decir, captan las diferentes frecuencias de los sonidos del entorno y las transforman en señales que envían al cerebro. En un experimento realizado, se mostró que el sujeto fue capaz de desarrollar un vocabulario de nueve palabras a través de referencias captadas por su piel, gracias a un sensor en la manga de su camisa.
Facebook aseguro a TechCrunch que formará un grupo independiente para revisar las implicaciones éticas, legales y sociales de su ‘interfaz cerebral’.
Lo importante no es tanto que la tecnología pueda leer tus pensamientos, sino que no lo pueda hacer sin tu consentimiento, comentó Borja Adsuara, abogado experto en Derecho y Estrategia Digital. La legislación tendrá que contemplar las especificaciones de las nuevas tecnologías (como éstas), pero seguirán sirviendo los conceptos y principios generales del Derecho que no han cambiado desde Roma hasta nuestros días.
Por otra parte, ‘están compitiendo con Twitter, Google y otras redes sociales por el dinero de los anunciantes y el tiempo que pasan los usuarios en sus plataformas. Esto crea imperativos a corto plazo que impulsan maniobras para incluir publicidad en más lugares dentro de las aplicaciones de su ecosistema o intentar unir su negocio de redes sociales y en realidad virtual, en detrimento de otros desarrollos más imaginativos’, comentó el analista Jan Dawson, de Jackdaw Research.
Pero ya sea en el futuro o en el presente, está claro que Facebook es una compañía de inteligencia artificial. Su herramienta para personalizar las publicaciones que llegan a sus usuarios, observar, comprender y catalogar la información del mundo y representarla en las diferentes realidades ya sea aumentada o virtual.
Con información de El País