Facebook, Twitter y YouTube mantienen bajo control la desinformación en un desafío sin precedentes para evitar que ésta se propague en sus plataformas y así reprimir los esfuerzos para socavar las elecciones estadounidenses a medida que se desarrollan.
Las tres redes sociales no actuaron de la misma forma en la anterior campaña presidencial, ya que actores extranjeros organizaron campañas para influir en la votación.
Durante los últimos cuatro años, los gigantes tecnológicos crearon docenas de políticas, reglas y productos para combatir la desinformación y las cuentas falsas.
Esas políticas se han mantenido hasta ahora. Pueden pasar meses hasta que se sepa con certeza cuánta información errónea circuló en línea este año. La mayoría de los esfuerzos de interferencia extranjera en 2016 no se identificaron hasta mucho más tarde. Pero las elecciones del martes, que se extendieron hasta el miércoles, se desarrollaron sin un colapso importante de desinformación viral. Una victoria obvia para las plataformas empeñadas en prevenir la desinformación.
En una primera instancia, Donald Trump afirmó que los demócratas estaban tratando de robarse las elecciones. Twitter ocultó la publicación en minutos. Además de agregar una etiqueta de advertencia, limitaban los ‘me gusta’ y los comentarios, y si los usuarios querían compartirlo, tenían que agregar sus propios comentarios.
Otra publicación de Trump el miércoles, donde afirmó que los estados controlados por los demócratas tenían ‘vertederos sorpresa’, tardó más en etiquetarse, pero finalmente también fue etiquetada. Ambas publicaciones violaron las reglas de Twitter contra socavar los resultados electorales.
Joe Biden, que ha tuiteado menos veces que el presidente desde el martes por la noche, no ha sido marcado ni etiquetado.
Facebook nunca iba a poder erradicar todo el contenido engañoso o peligroso que se volvió viral en su plataforma. La empresa lo reconoció desde el principio y elaboró políticas que afectan a todas las publicaciones, no solo a las cosas que violan las reglas
Facebook escuchó claramente a los usuarios en las semanas previas a las elecciones que no era probable que se decidiera un ganador de inmediato. Eso disminuyó la sorpresa el martes por la noche. La prohibición de publicidad postelectoral de Facebook demostró ser profética. Debido a que no verifican los anuncios políticos, el contenido podría haber sido engañoso.
La prueba más importante de la empresa aún está por llegar. El director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, dijo muchas veces que espera que estalle la violencia en torno a los resultados de las elecciones y que la red social eliminaría cualquier contenido que lo defienda.
El miércoles por la tarde, Trump publicó tres clips de una conferencia de prensa transmitida en Fox News. Uno presentaba a su hijo Eric, declarando la victoria en Pensilvania.