El operador francés de telecomunicaciones France Télécom-Orange coopera con los servicios secretos franceses en la recopilación de informaciones, según se desprende de los archivos del ex-espía Edward Snowden publicados hoy por el vespertino Le Monde.
France Télécom, operador histórico francés, del que el Estado conserva un 27% del capital, «es un actor importante del sistema de vigilancia en Francia», indica el rotativo.
Orange y la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE), agencia que agrupa el espionaje francés, «colaboran para mejorar las capacidades nacionales de intercepción en las redes de comunicación y colaboran para romper el cifrado de los datos que circulan en las redes», agrega.
Le Monde asegura haber obtenido esta información de las agencias de espionaje de Estados Unidos y el Reino Unido, a través de Snowden.
Gracias al operador de telecomunicaciones, la DGSE tiene acceso a «datos masivos», tanto de ciudadanos franceses como extranjeros, información que comparte con sus colegas británicos y estadounidenses, señala.
Además, Orange también pone al servicio de la agencia los datos de sus filiales de telefonía móvil en todo el mundo, indica.
Así, los servicios de espionaje franceses disponen, «sin ningún control, de un acceso libre y total a las redes y a los flujos que transitan» por el operador, agrega.
A diferencia de la relación que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense tiene con los operadores, en el caso de la DGSE y Orange no existe ningún contrato firmado, ya que existe «una relación histórica» entre el operador y el Estado.
Incluso en Orange reconocen que hay un vínculo entre el operador y la seguridad del país y que personas cubiertas bajo el «secreto de Estado» trabajan en la empresa, aunque no dan detalles del mismo.
«Personas habilitadas como ‘secreto de Estado’ pueden gestionar, en el seno de la empresa, la relación con los servicios del Estado y sobre todo su acceso a las redes», indica a Le Monde el presidente de Orange, Stéphane Richard, que señala que esos empleados no le rinden cuentas a él.
Agrega que esa relación se hace «bajo la responsabilidad de los poderes públicos y dentro de un marco legal».
El diario indica que Orange pone a disposición de la DGSE los datos que transitan por los cables submarinos de comunicación que gestiona, por los que circulan flujos masivos de datos.
Pero también controla las relaciones con los otros operadores, lo que le permite tener un acceso más puntual.
La agencia de espionaje y Orange cooperan también en la puesta en marcha de servicios de descifrado de datos.
EFE