Los diputados franceses iniciaron hoy el debate de un proyecto de ley, apoyado por el Gobierno, que entre otras cosas prohibirá la instalación de wifi en centros de acogida de niños de menos de tres años, como guarderías, y limitará su uso en las escuelas como medida de precaución.
El wifi sólo podrá encenderse en las escuelas maternales y de educación primaria «cuando las actividades pedagógicas lo justifiquen», lo que implicará que tendrán que estar equipados con un dispositivo que permita fácilmente apagarlo, explicó la ministra de Economía Digital, Fleur Pellerin.
En una entrevista publicada hoy por «Le Parisien», Pellerin subrayó que no tiene sentido instalar wifi en los centros que acogen a niños de menos de tres años.
Uno de los puntos más polémicos del texto legislativo, elaborado por la diputada ecologista Laurence Abeille, y respaldado por los ministros de Economía Digital y de Ecología, Philippe Martin, es que fija un marco para el despliegue de antenas para móviles y otros servicios de telecomunicaciones.
En concreto, se introduce «el principio de moderación» que fija tres tipos de obligaciones para los operadores cuando instalen sus antenas: la concertación y la información de los vecinos, la transparencia y «la re-absorción de los puntos atípicos, donde las emisiones son superiores a la media».
La Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria (Anses) se encargará de identificar los puntos negros en términos de emisiones (se estima que hay un millar en Francia, donde hay 120,000 antenas), estudiar la forma de controlarlos y verificar que las empresas actúan para corregirlos.
La proposición legislativa incluye la prohibición de que la publicidad de teléfonos móviles se dirija a menores de 14 años y establece unos estándares sobre la información que se deberá aportar a los compradores sobre las ondas que generan.
En paralelo, se prevén campañas para promover el uso de los dispositivos de manos libres y evitar en lo posible tener mucho tiempo el teléfono pegado a la cabeza por los riesgos potenciales.
La Federación Francesa de Telecomunicaciones (FFT), por boca de su director general, Jean-Marie Danjou, manifestó su disposición a mejorar la información y la transparencia, pero criticó la forma en que se presenta a los operadores.
«Los trabajos llevados a cabo en Francia desde hace tres años muestran que el nivel de exposición es 100 veces inferior a la norma de la Organización Mundial de la Salud (OMS)», destacó Danjou, que advirtió de los problemas del «principio de moderación» por su carácter indefinido.
El representante de la industria insistió en que, según la Anses, no hay ningún riesgo demostrado en los llamados puntos negros, y en que -a falta de una demostración formal- la mayor incertidumbre se refiere a la utilización de forma prolongada de los celulares pegados a la cabeza.
Pellerin consideró que las inversiones en el sector son necesarias porque hay una fuerte demanda, pero justificó esta regulación porque el sector no puede ser «el lejano oeste».
También hizo notar que con los móviles de cuarta generación, la red de antenas emite menos que la 3G. Por eso, «cuando sólo haya una red 4G, eso será un factor de menos emisiones».
EFE