Los fraudes de identidad generan pérdidas de hasta 50 millones de dólares al año para el 20% de las grandes empresas, de acuerdo con el estudio global ‘El futuro de la verificación de identidad’, realizado por Docusign en colaboración con Onfido.
El análisis también revela que para las empresas con más de 5,000 empleados, el impacto económico del fraude de identidad alcanza un promedio de 13 millones de dólares.
El 57% de las organizaciones mexicanas afirma que los intentos de fraude de identidad están en aumento.
A nivel global, esta cifra es del 69%, impulsada por el crecimiento de las transacciones digitales y móviles, así como por la falta de conciencia de los consumidores sobre prácticas de seguridad.
Además de su mayor frecuencia, los ataques han ganado sofisticación debido al uso de inteligencia artificial.
El 51% de las empresas encuestadas señala que la mayoría de los intentos de fraude ocurren en el acceso mediante nombres de usuario y contraseñas, mientras que solo el 21% ha detectado fraudes en autenticaciones basadas en biometría facial, lo que refuerza la eficacia de este tipo de soluciones avanzadas.
La tecnología se ha convertido en un elemento clave para la prevención de fraudes. En México, el 59% de las empresas cree que las estafas virtuales pueden resolverse con las herramientas adecuadas.
A pesar de las preocupaciones sobre el impacto en la experiencia del usuario, el 58% de los encuestados reconoce la necesidad de reforzar la seguridad.
La inversión en soluciones de verificación de identidad (IDV) ha demostrado ser efectiva, ya que el 52% de las empresas que implementan estas tecnologías reporta ahorros superiores a 1 millón de dólares al año, mientras que en el caso de las grandes empresas, la cifra supera los 8 millones de dólares.
Además, el 70% de los encuestados considera que la inversión en tecnología es la mejor estrategia para mitigar el riesgo financiero asociado al fraude de identidad, y el 74% planea aumentar su inversión en estas soluciones.
Las compañías que han adoptado IDV también han reportado un mayor nivel de satisfacción en comparación con aquellas que no han implementado estas herramientas, mientras que el 63% de las empresas que han invertido en estas soluciones reconoce un impacto positivo en su marca.