La idea del proyecto llamado Great Journey ha sido imaginar vehículos que se alimentan con energía solar con baterías y que tienen patas robóticas para desplazarse por lograr lugares abruptos.
Uno de los prototipos más interesantes es el Road Tripper, un vehículo concebido como un tubo de acero inoxidable que serviría para trasladar viajeros por la costa oeste de Estados Unidos.
Para el viaje de Nairobi a Khartoum, el estudio ha concebido la camioneta Safari Drifter. Este prototipo utiliza motores de las segadoras de Honda, para allanar el camino cortando la hierba.
The Island Hooper es una combinación de barca de pedales y yate de lujo; recrea un vehículo anfibio que lleva a los pasajeros desde Japón hasta el sur de la península rusa, Camchatka.
The Desert Train es un modelo impulsado por energía solar diseñado por Honda, que permite que cualquier exceso de agua se vuelva a filtrar en un contenedor situado en su parte trasera. La mayor parte de la tecnología está inspirada en el concepto de vehículos con el que el estudio trabajó al diseñar la colección de Honda Hall.
The Mountain Climber tiene piernas robóticas que puede desplegar por la parte de abajo y que permite circular, por ejemplo, entre las ruinas de un derrumbamiento.
The Tundra Sled es como un trineo tradicional, aunque sin los perros, en el que se conjuga la tecnología es de un scooter. El vehículo tiene seis ruedas y sensores para descubrir grietas peligrosas en el hielo.
Todo esto y más hace más cercana y amable la posibilidad no muy lejana de que en un futuro nos desplacemos en vehículos robóticos.
Con información de El País