Honor, el fabricante de smartphones recientemente escindido del gigante tecnológico chino Huawei para minimizar el impacto de las sanciones estadounidenses, confirmó hoy que firmó contratos con algunos de los grandes suministradores de chips de EU.
Tras el lanzamiento de su último buque insignia, el View40, la compañía explicó que tiene la flexibilidad y la independencia para elegir las mejores soluciones para su cadena global de suministro.
Así pues, detalló que suscribió contratos con los grandes fabricantes estadounidenses de chips Intel y Qualcomm, así como con otras tecnológicas internacionales como Microsoft, AMD, Sony, Samsung, MediaTek o SK Hynix.
‘En los últimos cinco meses, Honor ha pasado por un período extremadamente difícil pero muy significativo’, explicó Zhao Ming, CEO de la compañía y antiguo alto directivo de Huawei.
El View40, que, según la prensa local, vendió todas las unidades de lanzamiento en menos de cuatro minutos, funciona bajo Magic UI 4.0, basado en la décima versión del sistema operativo de Google, Android, al que Huawei ya no tiene acceso tras las sanciones impuestas por Washington.
El pasado 17 de noviembre, tras semanas de especulación, Huawei anunció la venta de Honor -hasta entonces, su marca de teléfonos inteligentes de bajo costo- a un consorcio liderado por una compañía pública de Shenzhen, la ciudad suroriental china en la que la compañía tiene su sede, aunque no se divulgó el montante de la operación.
Según explicó en su momento la tecnológica, la decisión se tomó para salvar la cadena industrial de Honor.
La ya finalizada la Administración Trump en Estados Unidos consideraba que Huawei era un peligro para la seguridad nacional por sus supuestos vínculos con el Partido Comunista de China (PCCh), que harían que Pekín tuviera capacidad de espiar a los usuarios de los aparatos fabricados por la compañía, la cual siempre negó esas acusaciones.
En agosto de 2020, EU tomó medidas para impedir que Huawei adquiriera microprocesadores otros componentes producidos por empresas nacionales o de otros países pero que hubieran sido desarrollados con hardware o software estadounidense, lo que en la práctica se tradujo a que los principales productores de Europa y Asia pasaron a poder venderles chips únicamente bajo la autorización de Washington.
En su momento, analistas citados por la prensa oficial ya apuntaron que la escisión de Honor supondría que esta podría volver a utilizar tecnología estadounidense y software de Google.