Huawei está tratando de abrir nuevos mercados y negocios, después de que las restricciones a la exportación de tecnología de Estados Unidos destruyeran su negocio de teléfonos inteligentes y redujeran la venta de equipos avanzados en los mercados desarrollados.
En respuesta, comenzó a comprar regalías de las marcas de teléfonos inteligentes más grandes del mundo, incluidas Apple y Samsung, luego que anunciar por primera vez planes para ampliar su negocio de licencias a partir de 2021.
Huawei ha firmado más de 20 acuerdos de licencia de patentes este año, que cubren smartphones, vehículos conectados, redes e Internet de las cosas, según Allan Fan, director global de propiedad intelectual de la compañía.
‘Solo en la industria automotriz, llegamos a acuerdos con alrededor de 15 fabricantes de automóviles para el uso de nuestras tecnologías inalámbricas avanzadas, incluidos nombres conocidos como Audi, Mercedes-Benz, BMW, Porsche, Renault, Suzuki, Lamborghini, Subaru y Bentley’, dijo en una declaración.
Las colaboraciones de propiedad intelectual se encuentran entre las pocas áreas en las que Huawei aún puede lograr avances significativos en mercados desarrollados como Europa.
Una serie de prohibiciones de exportación impuestas durante la administración de Donald Trump impidieron que Huawei accedieron a una serie de tecnologías estadounidenses críticas, lo que restringió su capacidad de fabricar productos avanzados, desde teléfonos, inteligentes hasta servidores.
Esa campaña contra los gigantes tecnológicos de China se ha expandido durante la administración de Joe Biden, que también apuntó a los semiconductores fabricados en China.
Los ingresos netos de Huawei cayeron un 40% en los primeros tres meses de 2022, aunque gastó mucho dinero en investigación para salvaguardar su liderazgo en redes 5G.
Huawei sigue siendo el mayor titular de patentes de tecnología de banda ancha ultra rápida, convirtiéndose rápidamente en la corriente principal para los usuarios móviles en todo el mundo.
También está buscando fuentes alternativas de ingresos mediante la venta de equipos de inteligencia artificial y comunicaciones inalámbricas a clientes menos tradicionales, desde fabricantes de automóviles, hasta minas de carbón y parques industriales.
