IBM anunció este jueves la escisión de su unidad de servicios de gestión de infraestructuras tecnológicas en una nueva filial, mientras que la compañía principal reforzará su apuesta por el negocio en la nube.
En un comunicado, el gigante tecnológico dijo que espera que la escisión sea una operación libre de impuestos para los accionistas y que se complete antes del final de 2021.
La nueva compañía, que aún no tiene nombre definitivo, se centrará en gestionar y modernizar infraestructuras de clientes, con una oportunidad de mercado de 500,000 millones de dólares, según la empresa.
Esta nueva unidad, que ahora forma parte de su división de servicios de tecnología global, atiende a 4,600 clientes y tiene una cartera de pedidos de 60,000 millones de dólares.
IBM confía en que este movimiento le permita simplificar sus operaciones y centrarse en el negocio de su plataforma de servicios en la nube, que representa una oportunidad de mercado de un billón de dólares.
‘Ahora es el momento adecuado para crear dos compañías líderes en sus mercados centradas en lo que mejor hacen’, señaló el CEO, Arvind Krishna, y apuntó que IBM se centrará en su plataforma abierta de nube híbrida y capacidades de inteligencia artificial y la nueva empresa en el diseño, gestión y modernización de infraestructuras de grandes clientes.
La escisión es la cuarta gran transformación de IBM en sus 109 años de historia y es el primer gran movimiento de Krishna, quien reemplazó a Ginni Rometty en abril.
La compañía tiene como objetivo convertirse en el líder en software y servicios de nube híbrida que permitan a los clientes almacenar datos en servidores privados y en nubes públicas, incluidos los administrados por sus rivales Amazon y Microsoft.
El negocio de servicios de la firma ha tenido problemas, ya que muchos de sus clientes retrasaron las compras de TI o actualizaciones de software, para centrarse en la estabilidad a corto plazo y la preservación del efectivo para sobrevivir a la pandemia.
En 2018, IBM destinó 34,000 millones de dólares para adquirir al proveedor de software de código abierto Red Hat para ayudar en esa transición.
IBM aprovechó el anuncio para dar a conocer resultados preliminares del tercer trimestre, que espera cerrar con una facturación de unos 17,600 millones de dólares y un beneficio ajustado de 2,58 dólares por acción.